La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Mérida, como presunto autor de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.

El Equipo ROCA de la Guardia Civil de Mérida dentro de los servicios que desarrolla para la prevención de hurtos y robos en explotaciones agrícolas o ganaderas, pudo detectar la existencia de una supuesta plantación de marihuana en una finca emeritense.

Establecidos los dispositivos de servicios en sus inmediaciones, los agentes pudieron averiguar la identidad de su inquilino presunto responsable de la acción ilícita.

Fue a primeros de este mes de marzo, previa autorización de la Autoridad Judicial competente cuando se procedió a la entrada y registro del inmueble donde hallaron un invernadero “Indoor” perfectamente acondicionado para el cultivo de las 185 plantas de marihuana que se encontraban en su interior. Este inmueble además, contaba con espacios reservados para llevar a cabo el secado de las mismas.

Instalación que contaba con enganches ilegales a la red eléctrica que abastecía de energía a los aparatos, máquinas, transformadores y otros elementos del invernadero.

En el registro también se hallaron dos kilogramos de cogollos de la misma sustancia preparados para su distribución y venta, así como 64 gramos de hachís y cuatro carabinas de aire comprimido de las que no pudo acreditar su legítima procedencia y que ahora están siendo analizadas.

Cogollos listos para su venta.

Ante los citados hechos, se detuvo al emeritense e instruyo diligencias por delitos contra la salud pública, por el cultivo de drogas y defraudación de fluido eléctrico, y ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Mérida.

Esta actuación de la Guardia Civil, se enmarca dentro del Plan de respuesta policial para la lucha contra el cultivo y tráfico de cannabis desarrollada a nivel nacional por la denominada “Operación Miller”, dirigida principalmente a detectar y erradicar grupos organizados dedicados a estas actividades ilícitas.