La Guardia Civil ha instruido diligencias como investigados a tres personas, vecinos de las comarcas de La Siberia y de la Sierra Suroeste, como presuntos autores de un delito contra la flora y fauna, al cazar sin autorización.

Son dos actuaciones no relacionadas entre sí, enmarcadas dentro de los dispositivos establecidos para prevenir la caza furtiva.

Una de ellas, tuvo lugar hace unos días, cuando el Seprona de la Guardia Civil de Herrera del Duque obtuvo suficientes indicios para sospechar que en fincas de la comarca de La Siberia se estarían llevando a cabo acciones delictivas de furtivismo.

Establecidos dispositivos en la zona, con las pesquisas desarrolladas por los agentes, se obtuvieron suficientes pruebas periciales para implicar a dos vecinos calabreses, con antecedentes por hechos similares, quienes supuestamente ocultando sus rostros con pasamontañas y utilizando armas de fuego con miras telescópicas, abatieron sin autorización un ciervo y un jabalí en el interior de la finca.

La otra actuación llevada a cabo en un coto de caza de la comarca de la Sierra Suroeste, el Seprona de la Guardia Civil de Jerez de los Caballeros con la colaboración de una sociedad de cazadores, consiguieron averiguar como supuestamente un hombre estaría cazando conejos al diente, con perros de caza sin la preceptiva autorización del coto.

Con las pruebas incriminatorias, a los tres responsables de los ilícitos penales, se les instruyó diligencias como investigados por un delito contra la flora y la fauna, al practicar la caza en los referidos cotos sin los permisos correspondientes, y han sido entregadas en su Juzgado de Instrucción correspondiente.

Ahora, según lo establecido en el Código Penal, se enfrentan a penas de multa de 4 a 8 meses e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar por tiempo de 1 a 3 años.

Estas dos últimas actuaciones, se suman a otras cinco llevadas a cabo contra la caza furtiva en diferentes comarcas pacenses desde finales del pasado año.

La Guardia Civil indica que es fundamental la colaboración ciudadana, especialmente por parte de las propias sociedades, cazadores y Guardas Rurales, con el objetivo de intentar erradicar y evitar estas prácticas ilícitas en el deporte de la caza.