Llevar mascarilla deja de ser obligatorio desde este miércoles en el transporte público, es decir, en metro, tren, autobús y demás medios de transporte colectivo.

No obstante, la ministra de Sanidad, Carolinas Darias, ha puntualizado que el uso de las mascarillas va a seguir siendo recomendable en espacios cerrados para las personas más vulnerables, para aquellas con una infección respiratoria aguda o en los entornos familiares o sociales cuando haya personas vulnerables.

Además, se mantienen obligatorias para las personas que trabajen en ellos siempre que estén en contacto con personas residentes y los visitantes cuando estén en zonas compartidas.

También hay que ponerse la mascarilla en hospitales, centros de salud, clínicas dentales, centros de reproducción humana asistida, centros de interrupción voluntaria del embarazo y otros espacios de atención especializada, además de farmacias y residencias.

Cabe destacar que la posibilidad de quitar la mascarilla obligatoria en los espacios públicos donde ahora ha dejado de serlo, ya se debatía desde el pasado mes de octubre después de que la inmensa mayoría de los países europeos decidieran levantar la obligación ante la situación controlada de la pandemia.

A pesar de este paso, no hay que olvidar que España se mantiene la obligatoriedad del uso de la mascarilla en centros y servicios sanitarios y en las oficinas de farmacia y en los botiquines. También en los centros socio-sanitarios, se mantienen obligatorias para las personas que trabajen en ellos siempre que estén en contacto con personas residentes y los visitantes cuando estén en zonas compartidas.