Talayuela ya dispone de dos nuevos desfibriladores IPAD semiautomáticos de última generación. Y es que según ha destacado el primer edil de la localidad, Ismael Bravo, «el tiempo para salvar una vida por parada cardiorrespiratoria es muy escaso, por lo que la rapidez en los primeros auxilios es fundamental».

Cabe destacar que estos dos nuevos desfibriladores IPAD, ya están a disposición de los agentes de la Policía Local y de los voluntarios de Protección Civil. «Son dos dispositivos médicos de uso extrahospitalario, que pueden revertir la parada cardiaca y por lo tanto, salvar vidas», ha añadido Bravo.

Desde el consistorio han indicado que con este tipo de medidas se muestra la  importancia que tiene proteger a las personas que velan por la seguridad de los vecinos de Talayuela y sus pedanías.

«Tienen que tener los elementos necesarios para poder prestar ayuda a los ciudadanos en caso de que sean requeridos, contando ambos, tanto Protección Civil como Policía Local con miembros perfectamente capacitados para hacer uso de estos equipos si fuese necesario», ha afirmado el alcalde de la localidad.

QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONAN

Es un dispositivo electrónico sanitario que diagnostica una parada cardiorrespiratoria cuando se produce con motivo de una fibrilación ventricular, que es cuando el corazón tiene actividad eléctrica, pero sin efectividad mecánica, o a una taquicardia ventricular sin pulso, donde hay actividad eléctrica pero el bombeo sanguíneo es ineficaz. El aparato permite, a través de una descarga eléctrica, restablecer el ritmo, salvando vidas.

Las descargas se aplican en función del ritmo cardíaco de la víctima, activándose únicamente cuando detecta un ritmo desfibrilable (arritmias). El aparato identifica de manera automática una arritmia cardíaca que requiera una descarga.

Sólo se debe utilizar sólo si la víctima no respira. Antes, es muy importante comprobar que la persona en riesgo no está mojada. Si hay agua en la zona, se debe trasladar a la víctima a un lugar seco. Esto podría ser peligroso tanto para el paciente como para la persona que lo atiende, ya que el agua es conductor de la electricidad y el desfibrilador no es sólo un dispositivo electrónico, sino que propicia descargas eléctricas.