Los petardos forman parte de la banda sonora navideña, un mal uso de estos, ocasiona desde intoxicaciones a lesiones graves, así como daños en los bienes que en muchos casos son imposibles de reparar y que acaban con la perdida total de hogares o edificios emblemáticos. Para que nos hagamos una idea de la magnitud del problema, este año han prohibido la venta de pirotecnia en Alemania y en Holanda, para que los miles de heridos que se producen por su uso no colapsen los hospitales.

Desde junio de 2013, está en vigor la Directiva 2013/29/UE del Parlamento Europeo sobre la comercialización de artículos pirotécnicos en los estados miembros. En la misma se establecen obligaciones a cumplir por parte de los fabricantes, importadores, vendedores y administración, que son entre otras: los fabricantes están obligados a incluir el marcado de la Comunidad Europea (CE) en los envases de cada uno de los petardos o productos pirotécnicos como garantía de seguridad.

Además, estarán clasificados por categorías para indicar si son de menos peligrosidad (categoría número 1) o de mayor (categoría 4). Los locales autorizados solo podrán vender las tres primeras categorías, ya que son artículos de baja o media peligrosidad que pueden ser utilizados por los consumidores en general, mientras que los de cuarta categoría son considerados de «alta peligrosidad», y solo pueden ser manipulados por expertos y profesionales.

Los de la primera categoría son poco peligrosos y de ruido «insignificante» cuya edad mínima de adquisición es de 12 años; los de la segunda se autoriza su venta para los mayores de 16 años, son petardos un poco más potentes para tirar en zonas delimitadas, a una distancia de seguridad de ocho metros; y los de la tercera son artículos que solo podrán venderse a los mayores de edad, estos
deberán ser utilizados en una zona de gran superficie, a una distancia entre 8 y 15 metros.

Antes de comercializar un artículo pirotécnico, los distribuidores se asegurarán de que el artículo pirotécnico lleve el marcado CE, vaya acompañado de los documentos requeridos y de las instrucciones y la información relativa a la seguridad en una lengua comprensible para los consumidores del estado miembro en el que se vaya a comercializar, y de que el fabricante y el importador hayan cumplido los requisitos establecidos en la normativa.

Como en cualquier otro sector, los productos de pirotecnia también la podemos encontrar en Internet. En algunas páginas de las visitadas ni tan siquiera preguntan por la edad del comprador, en otras para autorizar la compra hay que aceptar las condiciones de uso entre las que se incluye informar que el comprador es mayor de 18 años. El principal problema de todos, es la falta de información de los artículos que están disponibles online, ya que no advierten de las precauciones sobre su uso, así como de la categoría donde se encuadra el producto.

La falta de información puede hacer pensar que lo que se compra es un petardo inofensivo de categoría 1, ponerlo en manos de nuestro hijo, y tener un accidente ya que el petardo en cuestión era de categoría 3.

Los cohetes y petardos son elementos pirotécnicos muy comunes en fiestas y verbenas populares de toda la geografía. Resultan muy sorprendentes y suelen encantar a niños y jóvenes, pero siempre es necesario tomar ciertas precauciones para su uso y lanzamiento, ya que de lo contrario pueden resultar muy peligrosos. De hecho, muchos de los accidentes que se producen, están relacionados con
una mala manipulación o imprudencia por parte de los usuarios, por ello es imprescindible ser prudentes y no poner en juego nuestra seguridad ni la de los demás.

Siempre deberemos encender los fuegos artificiales en una zona en la que no haya riesgo de dañar a nadie, ni que nada prenda fuego. Asimismo, será indispensable que los niños sean supervisados por un adulto y manipulen los productos pirotécnicos de forma adecuada. Para poder disfrutar de ellos sin correr ningún riesgo.

Recordar que los menores de 12 años, no deberían manipular ningún tipo de artículos pirotécnicos. Otra recomendación a llevar a cabo es, evitar comprar artículos de pirotecnia en tiendas poco fiables, ya que no suelen contar con personal cualificado que explique su uso y las medidas de seguridad necesarias. Tampoco, y aunque a priori parezca seguro, conviene transportar estos artículos en los bolsillos: el roce y el calor que causa pueden hacerlos explotar.

Finalmente, desde la Unión de Consumidores de Extremadura (UCEX) aconsejan para que los usuarios puedan hacer un uso correcto de la pirotecnia y que nadie resulte herido. En primer lugar, el material no debe guardarse nunca en bolsillos ni ropa, ya que podría producir quemaduras; pero tampoco en nuestras casas, menos junto a productos químicos, inflamables o sustancias peligrosas.

Los petardos no deben ser manipulados ni extraer su contenido, es conveniente no sacarlos de su envoltorio hasta el momento de usarlos. En esta caso, siempre deben encenderse en el suelo y de espaldas al viento, mejor con una mecha y sin sujetarlo con las manos. Nunca encenderlo cerca de otros, de nuestras manos o cara, ni dentro de botes, latas o botellas. Tampoco deben pisarse.

Los usuarios deben procurar utilizarlos en espacios abiertos y autorizados lejos de aglomeraciones y en zonas sin riesgo de incendio. Si un artículo no explosiona, no debe volverse a tocar hasta pasados 30 minutos, después hay que inutilizarlo con agua, nunca volver a intentar encenderlo. Obviamente, nunca deben lanzarse contra personas o animales.

Por su parte, los cohetes voladores nunca deben dispararse con la mano, sino con un soporte adecuado que los coloque en vertical. No deben utilizarse en recintos cerrados, con peligro de incendio o fuerte viento, ni si el timón o caña está dañado. En el caso de los truenos de las tracas nunca deben separarse ni encenderse de forma independiente, ya que llevan una mecha de ignición rápida.

Finalmente, hay que extremar la seguridad y mantener siempre una distancia prudente con el artificio pirotécnico, además de seguir las indicaciones de la Policía y Protección Civil.