La Policía Local de Plasencia ha realizado del 5 al 11 de diciembre 205 pruebas para detectar el consumo de alcohol entre conductores, dentro de la campaña que desarrolla el consistorio habitualmente en esta época del año.

El resultado de los controles es que cinco conductores dieron positivo el alcohol, siendo dos de ellos detenidos, por superar el 0.60 mg/l establecido y otros 2 conductores dieron positivo en drogas, según ha confirmado el edil de Interior de Plasencia, David Dóniga.

Cabe recordar que para la mayoría de los conductores, el límite de alcoholemia en España está fijado en 0,25 mg/l en aire espirado o 0,5 g/l de alcohol en sangre. El mismo límite se aplica asimismo a los ciclistas. Sin embargo, los límites bajan a 0,15 mg/l y 0,3 g/l en el caso de los conductores noveles y para los profesionales.

El alcohol es una sustancia psicoactiva muy presente en nuestra sociedad, su consumo se asocia a múltiples y graves patologías. Es un problema sobre el que no existe suficiente conciencia en relación con los perjuicios que ocasiona, tanto a nivel de la salud, como en las relaciones familiares, laborales, sociales, etc. Existe una relación dosis respuesta entre el consumo de alcohol y la frecuencia y gravedad de muchas enfermedades, a mayor nivel de consumo existe una tasa superior de  determinadas enfermedades como la cirrosis hepática, o algunos tipos de cáncer y de  accidentes laborales, domésticos y de tráfico.

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que altera tanto la aptitud como la actitud para conducir e incrementa el riesgo de verse involucrado en un accidente de tráfico. En su primera fase, produce un efecto euforizante, que da lugar a pérdida de control, disminuye la percepción del riesgo, modifica el comportamiento y  deteriora la función psicomotora, todo ello altera la  capacidad para conducir un vehículo.

Existe la  percepción de que el riesgo de accidente se asocia únicamente  a niveles de consumo muy elevados, pero sus efectos negativos sobre la capacidad de conducir se observan incluso con niveles bajos de consumo. A medida que aumenta la cantidad de alcohol en el organismo, lo hace el riesgo de accidente: con una alcoholemia de 0,5 gr de etanol por litro de sangre se  multiplica por dos el riesgo de sufrir un colisión, y con 0,8 gr/l el riesgo es 5 veces mayor, y  continua aumentando a medida que lo hace el nivel de alcohol en sangre. No sólo aumenta el riesgo de sufrir un accidente, también lo hace el riesgo de sufrir  lesiones y la probabilidad de que estas sean mortales. El riesgo es aún mayor en los conductores jóvenes, en los que se une a la inexperiencia con el alcohol la inexperiencia en la conducción, hecho que justifica que el legislador haya establecido en la norma, como veremos más adelante, niveles de alcoholemia menores para los conductores en los dos primeros años del permiso.