El municipio cacereño de Caminomorisco se encuentra consternado tras conocerse la muerte de Francisco Martín, conocido popularmente como «El Águila Negra», fallecido este martes a los 65 años de edad.

Convertido en una auténtica leyenda en Las Hurdes, Francisco Martín se encargó de ponerse su propio apodo, «El Águila Negra», tras certificar ante notario que era el hombre más veloz del mundo recolectando aceitunas. Retó a adversarios de toda clase y condición para ver si lograban recoger 209 kilos de aceitunas en una hora, y siempre mantuvo que no lo hacía por dinero, sino por orgullo.

«Ni los ha habido ni los habrá que me puedan batir; a mis competidores les digo que cojan un notario para que dé fe y recojan lo mismo que yo». Y nunca hubo quien pudiera superar su hazaña.

Curiosidades de la vida, a Francisco Martín no le gustaban las aceitunas, pero cuando las veía en el árbol se ponía nervioso; tanto que se convertieron en su obsesión.

Su último récord, el de recolectar 209 kilos en una hora, o lo que es lo mismo, unos 3,5 kilos por minuto, tuvo lugar hace apenas un año, en el mes de noviembre de 2021. Ya se encontraba mermado de fuerzas, pero logró su hazaña. En el año 2001 recolectó 1.797 kilos en 12 horas y en otra ocasión logró recoger del árbol 2.716 kilos en 24 horas.

«El Águila Negra» desveló su truco a Radio Interior: potencia, fortaleza, ausencia de vicios, deporte y perseverancia. No se trataba de que el olivar fuera grande, sino de que estuviese limpio y tuviera muchas aceitunas. En sus años de juventud, Francisco Martín se desplazaba a Lérida a la campaña de frutas y a la cereza, pero este fruto era muy blando y no lo recogía con tanta rapidez.

Sus hazañas le costaban dinero porque sus exhibiciones eran con público; regalaba camisetas, invitaba a una merienda tras la recogida y tenía que afrontar los gastos del notario que se desplazaba al olivar.

«El Águila Negra» siempre tuvo un espacio en Radio Interior, emisora que se encargó de organizar una de sus hazañas en un olivar de Sierra de Gata ante la presencia de un grupo de periodistas. Pero también apareció esporádicamente en el programa «El Larguero» de José Ramón de la Morena, donde daba cuenta a los oyentes de sus proezas y su modo de vida.

«La gente dice que estoy loco, porque hay que reconocer que cuando voy a recoger aceitunas me pongo como loco, porque voy a morir y me da igual, pero lo importante es que nadie me gane», decía el Águila Negra. Estaba convencido de que tenía que hacer deporte y mantenerse siempre en forma para afrontar nuevos retos. Una complicada intervención quirúrgica y una neumonía han puesto fin a su vida. Y ahora descansará para siempre en el pueblo donde vivió, rodeado de olivos y aceitunas.