El área de salud de Cáceres ha dado a conocer los detalles del programa de «Cesárea Humanizada», una iniciativa pionera en la región. Este programa supone una mejora importante en la humanización y calidad de los cuidados que se prestan a la población.

La cesárea humanizada contempla una serie de intervenciones orientadas a que la gestante y su acompañante se sientan respetados, acompañados e informados en todo momento, es decir, antes, durante y después del nacimiento de su bebé. Entre las intervenciones se encuentra realizar el contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento en el quirófano y favorecer, siempre que las condiciones médicas de madre y recién nacido lo permitan, el acompañamiento de la madre durante todo el proceso de la cesárea.

El contacto piel con piel supone la colocación del recién nacido sobre el pecho de la madre sin interposición de ropa. Tiene numerosas ventajas tanto para la mamá como para el bebé, ya que logra dar protección, calor, estimulación, vinculación, nutrición, una adaptación más natural del bebé al nuevo medio, reduce los episodios de llanto, estrecha los lazos afectivos entre la madre y el bebé, favorece el agarre correcto al pecho, aumenta la frecuencia y duración de la lactancia materna y favorece la recuperación de la mamá tras el nacimiento.

El acompañamiento de la mujer en el quirófano y la sala de recuperación postanestésica, siempre que las condiciones médicas lo permitan, se hará habitualmente por la pareja o la persona que la gestante decida.

Este acompañamiento proporciona a la madre el apoyo emocional que necesita para vivir este momento, reduce sus niveles de ansiedad y estrés, alivia el dolor y la tensión y facilita la instauración de la lactancia materna. Permite también, hacer partícipe a la pareja o acompañante desde el primer momento de los cuidados del recién nacido para facilitar el desarrollo del vínculo afectivo con el bebé.

En el quirófano se crea un ambiente tranquilo, se habla en voz baja, y se procura una temperatura e iluminación adecuadas para el bebé. A la mamá se le deja libre una de sus manos y la parte superior del pecho para que pueda coger a su bebé y hacer contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento.

Este protocolo se ha elaborado gracias al trabajo y consenso de un grupo multidisciplinar de profesionales, entre los que están matronas y TCAEs (Técnicos Auxiliares de Enfermería) del paritorio, enfermeras y TCAEs del bloque quirúrgico y unidad de hospitalización de Tocología, supervisoras de estas Unidades, matronas de atención primaria, y médicos especialistas en Anestesiología, Pediatría, Neonatología y Obstetricia, que serán quienes lo llevarán a cabo. El mismo día de la presentación se realizó una cesárea en la que la mamá realizó piel con piel con su bebé y pudo estar acompañada por su pareja en todo momento hasta el regreso a su habitación en la Unidad de Hospitalización de Tocología.