La presidenta del Partido Popular de Extremadura, María Guardiola, ha manifestado que en estos momentos hay que ser valientes y defender “sin complejos” los medios de vida y costumbres ligados a nuestro territorio.

Propone que se modifique la política forestal “inmovilista” y de “cero realidades” de la Junta porque nos aboca a sufrir incendios de grandes proporciones, por la cantidad y el tipo de combustible, como los últimos en Las Hurdes y Monfragüe. “El fuego de apaga en invierno, cuando no está en el foco ni llena los titulares”.

La cacereña María Guardiola considera que constituye una oportunidad y un punto de partida haber reunido esta mañana en Coria a bomberos, empresas forestales, agricultores y ganaderos, cazadores y expertos de la Universidad de Extremadura.

Para María Guardiola urge permitir los cambios de cultivo para interrumpir las masas forestales y apuesta por eliminar burocracia y que se agilicen las autorizaciones a labores preventivas que “conocen perfectamente” los agricultores y ganaderos extremeños.

Para la líder del PP hay una oportunidad en la mejora y ampliación de la red de caminos y pistas forestales, facilitando el acceso a los incendios. “No puede suceder que el acceso a los medios de extinción se impida por un exceso de proteccionismo”.

La presidenta del PP extremeño apuesta por modificar la ley de ordenación territorial de la región, que es “copia de otras regiones que sí están industrializadas” y, tal y como se encuentra, considera que no es apropiada para la comunidad autónoma.

Otro punto importante es la mejora de las condiciones de todos los trabajadores que luchan contra los incendios, especialmente los bomberos forestales, “personas que arriesgan su vida cada año y que no merecen algo más que una palmadita en la espalda”.

María Guardiola explica que hay que mirar a nuestros montes y a nuestro campo estratégicamente, con luces largas, y la voluntad de sumar, porque nos jugamos la viabilidad de joyas naturales que hemos heredado de nuestros antepasados.

Insiste en que la mano del hombre ha gestionado tradicionalmente el monte, pero si esa acción, que también es identidad, se prohíbe o se demoniza, no vamos a obtener nada positivo. Las limitaciones ambientales contribuyen a seguir vaciando nuestros pueblos y quemando nuestros bosques.