El presidente provincial de VOX Cáceres, Óscar Fernández Calle, ha denunciado hoy que los psiquiatras del área de salud de Cáceres y de Coria se encuentra saturados al deber atender también a pacientes de las áreas de Mérida y Don Benito-Villanueva, ante la falta de médicos especialistas en estas zonas.

Fernández Calle alerta que la situación es «kafkiana», ya que según esta decisión adoptada por los rectores del Servicio Extremeño de Salud (SES), «un solo psiquiatra deberá estar de guardia para una población de medio millón de potenciales pacientes, algo nunca visto».

El presidente provincial cacereño de VOX ha explicado que, según le han referido fuentes del SIMEX, «de manera habitual, el área de Mérida asume los pacientes de los de Don Benito-Villanueva, pero al no haber suficientes psiquiatras en esa zona para completar la planilla, han decidido derivarlos a Cáceres».

«Esta situación se concretará durante un cierto tiempo en el mes de diciembre, algo que parece inconcebible y que requiere de un esfuerzo brutal y sobrehumano a los psiquiatras del Área de salud de Cáceres, por la población tan grande que deberán atender», añade.

En este sentido ha recordado que el equipo de enfermería del Centro Sociosanitario Adolfo Díaz Ambrona de Mérida denunció el pasado mes de junio que los pacientes internos carecen de atención psiquiátrica, y que se sentía «abandonado, desprotegido, desvalorado y preocupado» por la situación que los pacientes estaban viviendo.

Asimismo, Óscar Fernández Calle subraya que el protocolo de atención al paciente «no será el más adecuado, ya que tras atender por teléfono el psiquiatra al paciente, deberá valorar si debe ser desplazado a Cáceres en ambulancia, para después de un análisis más profundo, decidir si debe quedar ingresado en las dependencias del SES cacereñas».

«La problemática que arrastran los hospitales, como el de Coria, con gravísimas faltas de especialistas, y de los médicos en general en la región, lejos de solucionarse o por lo menos amainar, se recrudece y empeora cada día, y como siempre, los que ‘pagan el pato’ son los extremeños por la demencial situación sanitaria», concluye Fernández Calle.