Unos 200 ciudadanos de origen magrebí se han manifestado esta tarde en Talayuela para reclamar «justicia» para Yahya Benaouda, el presidente de la comunidad islámica de este municipio, detenido el martes y expulsado del territorio nacional tras ser acusado de mantener vínculos con el salafismo y el islamismo radical.

Los asistentes han coreado mensajes que reclamaban «un juicio justo» para su líder espiritual. Personas de todas las edades, incluidos niños, han lanzado consignas que servirán de apoyo a su mujer y a sus cinco hijos, que aún residen en Talayuela a la espera de acontecimientos.

Las proclamas lanzadas de viva voz decían «No estás solo, estamos contigo» y «Queremos justicia», pero no ha pasado inadvertida la pancarta que presidía el centro de la protesta, junto al ayuntamiento, en la que podía leerse «Justicia para Yahya, el pueblo está contigo, no nos vamos a callar. No a la Islamofobia». O lo que es lo mismo, rechazo al Islam, sus creencias, costumbres y vestimenta. Y todo ello en un pueblo que fue galardonado con la Medalla de Extremadura en 2004 por ser ejemplo de integración.

La protesta se ha desarrollado sin incidentes bajo una discreta presencia policial, pero Yahya Benaouda solo ha recibido las muestras de solidaridad de sus compatriotas en un acto en el que no ha habido ciudadanos originarios de Talayuela. En el comunicado leído en la Plaza Real se ha destacado que el presidente de la comunidad islámica de Talayuela prefería resolver asuntos ajenos antes que los suyos propios y se ha anunciado entre el aplauso de los asistentes que el alcalde y otras autoridades han suscrito mensajes de apoyo que serán utilizados en defensa de Benaouda en la vista que tendrá lugar el 8 de noviembre en la Audiencia Nacional.

Los ciudadanos magrebies, muchos de los cuales llevan más de dos décadas residiendo en Talayuela, ven a a Yahya Benaouda como una persona integrada que «siempre se ha mostrado como un ciudadano ejemplar» y que se ha prestado a poner solución a los problemas de la comunidad islámica. El comunicado que se ha podido escuchar indica que «ha ejercido como mediador con las autoridades» y que «se ha posicionado a favor de erradicar el machismo radical en la comunidad de Talayuela».

Sin embargo los informes de la Policía Nacional sostienen lo contrario y aseguran que Benaouda ha llamado a la desobediencia y ha lanzado proclamas en la mezquita de Talayuela en las que invocaba a los hombres a no regirse por el orden de la legislación española y a defender el Corán más conservador. Su abogada, Aziza Magni, reprocha a las autoridades haber deportado a este hombre sin ninguna prueba y con informes de la Policía Nacional que han interpretado su discursos a su manera para  decretar la orden de expulsión.

Benaouda fue detenido por miembros de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras del Cuerpo Nacional de Policía de Cáceres a primera hora de la mañana del martes cuando se dirigía desde la mezquita a su domicilio en Talayuela. Está acusado de vulnerar el artículo 54.1.a) de la Ley de Extranjería, que considera acciones muy graves participar en actividades contrarias a la seguridad nacional o que perjudiquen las relaciones de España con otros países, así como estar implicado en actividades contrarias al orden público.

De confirmarse la decisión judicial del magistrado instructor de la causa, el deportado no podrá regresar a España durante los próximos diez años. Sus compatriotas, familiares y amigos tienen las esperanzas puestas en la sentencia del asunto principal que se dará a conocer el 8 de noviembre en la Audiencia Nacional.

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