Un 19 de octubre, pero de 2017, cambió la vida de muchos usuarios que circulaban por la autovía EX-A1 a la altura de Galisteo. La niebla matinal mezclada, probablemente, con los humos de una fábrica cercana, hacían imposible ver más allá de escasos metros. Cuando un camión de grandes dimensiones se vio obligado a frenar, estalló la tragedia y se provocó el choque en cadena.

Más de 40 vehículos se vieron involucrados en el accidente con 12 heridos, 2 en estado grave, y un fallecido, al que los bomberos tuvieron que sacar del interior del coche.

Cinco años después, los que estuvieron presentes en el terrible accidente no pueden olvidar los hechos y, a partes iguales, alegrarse de seguir con vida y lamentarse por la ausencia de los que no están y las consecuencias por parte de la justicia.

Es el caso de José María Crespo que fue uno de los heridos y perdió parte de su hígado en el suceso. Crespo ha relatado en el magazine “Con la gente de la calle» de Radio Interior, la nula de actuación de las compañías aseguradoras e incluso de los abogados y jueces. De los más de 40 vehículos, 5 años después del accidente, ninguna de las víctimas ha recibido indemnización por la pérdida de sus vehículos, que en su mayoría quedaron como «siniestro total».

Por otro lado, Crespo cuenta que han sido tres los jueces que se han encargado de la tramitación de las diligencias relacionadas con el suceso. Los dos primeros «se atrevieron a buscar un culpable» y el tercero directamente cerró el caso. Además, Crespo considera que algunas cuestiones extrañas han ocurrido a raíz del caso, como que su abogado particular dejase de contestarle las llamadas y los mensajes. Ante esta situación tuvo que contratar un nuevo abogado.