La consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda de la Junta de Extremadura, Leire Iglesias, ha anunciado que su departamento licitará próximamente la actualización del proyecto de los 18 kilómetros de la autovía EX-A1 comprendidos entre Moraleja y el puente de Monfortinho que se encuentran pendientes de ejecución.
La prolongación de la autovía que enlaza Navalmoral de la Mata con Moraleja es un asunto priritario para los alcaldes y colectivos empresariales de ambos lados de La Raya hispano-lusa de esta zona de la provincia de Cáceres, que vienen reclamando con insistencia desde hace años la licitación de la obra. Pero el asunto es aún más complejo y la ejecución de la obra en la parte española no soluciona más que una pequeña parte del problema, pues el Gobierno portugués ha aprobado, en contra de la mayor parte de las fuerzas políticas de la Beira Baixa portuguesa, la redacción del proyecto de la IC31 hasta Termas de Monfortinho, que contempla la construcción de una carretera en lugar de una autovía que enlazará con la EX-A1 en Moraleja.
El anuncio publicado pòr el Gobierno portugués el pasado mes de diciembre con un importe base de licitación de 1,8 millones de euros, contempla la construcción de una carretera para garantizar «una mayor velocidad y mejores condiciones de movilidad y seguridad en las conexiones regionales, acercando la región central de Portugal a España a través de la frontera de Ponte Segura». Por tanto, de cumplirse el anuncio realizado ahora por la Junta de Extremadura, habría autovía hasta Termas de Monfortinho y una carretera convencional hasta Castelo Branco.
Leire Iglesias ha anunciado este jueves en la Asamblea de Extremadura que la licitación se realizará mediante contratación anticipada. La redacción del proyecto para este tramo final tendrá un importe de más de 637.000 euros y un periodo de ejecución de 10 meses. La consejera reconoce que la licitación, por parte del Gobierno portugués del nuevo trazado de la carretera IC31 entre Castelo Branco y Monfortinho no es una buena noticia, ya que en lugar de una autovía, los conductores realizarán su trayecto por una vía de altas capacidades pero con dos carriles.
El Gobierno portugués ha informado que este proyecto pretende potenciar «el desarrollo de la movilidad transfronteriza y la reducción de los costes de contexto, haciendo de la frontera un factor de unión y no de división». Sin embargo este anuncio, dado a conocer a finales de 2021, ha levantado el rechazo de distintas fuerzas políticas que tenían la confianza de que se produciría un desdoblamiento completo de la vía con cuatro carriles, y no una carretera de alta capacidad.
La Junta de Extremadura ha intentado transmitir un mensaje de tranquilidad porque el proyecto portugués ha sido recurrido. La idea de las autoridades extremeñas es convencer a las portuguesas de la importancia de retomar el proyecto de autovía en las reuniones previas a la próxima cumbre bilateral, y la licitación del trazado Moraleja-Monfortinho puede utilizarse como elemento de presión. No obstante, en la cumbre hispano-lusa de Trujillo celebrada en octubre de 2021, ambos Gobiernos tuvieron una oportunidad única de poner el tema sobre la mesa y no solo se habló una sola palabra del asunto sino que dos meses después Portugal sorprendió sacando a licitación una carretera de alta capacidad en lugar de una autovía.
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