El Consejo Sectorial de Personas Sin Hogar de Cáceres ha aprobado este miércoles el protocolo ‘Ola de frío 2022-2023’ para dar una atención especial a las personas que duermen en la calle, cuyas actuaciones se adelantan este año al 15 de noviembre y, además, se ha decidido que esta atención se extienda también a las olas de calor ante el peligro que suponen las altas temperaturas para estas personas.

Hasta ahora, en los meses más fríos se activaba un conjunto de medidas, servicios y coordinación entre el IMAS del ayuntamiento, cuerpos policiales e instituciones sociales dirigidas a que nadie duerma en la calle. Ahora, lo que se plantea es llevar a cabo un protocolo más amplio, que no solo incluya el periodo de ola de frío sino también de ola de calor, es decir, elaborar un protocolo de atención especial a personas sin hogar ante situaciones climatológicas adversas.

El motivo de esta decisión es la constatación de que tan difícil como sobrellevar en la calle el frío y la lluvia puede ser el calor que, en ocasiones, provoca deshidratación, lipotimias y diversos problemas de salud. Prueba de ello es el fallecimiento de una persona sin hogar que se produjo el pasado mes de julio en la capital cacereña.

«Todas las entidades han estado de acuerdo con la propuesta y se ampliarán los medios humanos y materiales necesarios para llevarla a cabo», ha señalado la viceportavoz del Gobierno local, María Ángeles Costa, que ha asistido a la reunión junto a representantes de la Obra Social la Milagrosa de San Vicente de Paúl, Cruz Roja Española en Cáceres, DYA Social, Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres, Banco de Alimentos de Cáceres, Policía Local y Policía Nacional.

En esta reunión también se ha propuesto adelantar la fecha de comienzo del protocolo ‘Ola de frío’ al 15 de noviembre y no esperar hasta diciembre como en otras ocasiones, previendo que empiece a hacer frío y lluvia en esas fechas.

Otra mejora aceptada es que las unidades móviles de Cruz Roja y DYA comiencen su ruta nocturna por el Centro de Emergencia Social para que aquellas personas que no han cenado al llegar al centro para dormir, puedan tomar un plato caliente y recibir atención técnica del voluntariado de ambas entidades.

Precisamente, la novedad de este año es que no se ha cerrado el Centro de Emergencia Social al finalizar el protocolo de ola de frío el pasado 31 de marzo, sino que se ha aprobado firmar con Cáritas un convenio con carácter anual, al igual que se hace para el mantenimiento del Centro Vida, para que permanezca abierto durante todo el año.