El Ayuntamiento de Badajoz, a través de la empresa concesionaria de la gestión integral del agua en el término municipal Aqualia, ha limpiado 12.200 imbornales de los 15.000 existentes, además de colectores de saneamiento y pozos de bombeo, tarea que se intensifica con la llegada de las primeras lluvias.

El objetivo de los trabajos es desatascar las rejillas y conducciones de agua sucia para que la evacuación del agua sea eficiente y evitar así inundaciones en las calles. El agua de lluvia evacuada se transporta hasta las depuradoras, por ello es importante no arrojar ningún tipo de desechos al interior de las rejillas del alcantarillado, ni tampoco elementos que no sean papel higiénico al inodoro desde los hogares, pues estos taponan las tuberías de saneamiento.

El responsable de redes de Aqualia indica que «los residuos que con más frecuencia nos encontramos en las tuberías de saneamiento cuando vamos a desatascarlas son las toallitas húmedas. Al contrario de lo que algunos envases señalan, estas no se descomponen en el agua y no deben tirarse al retrete porque acaban formando verdaderas marañas de fibras que, junto a los restos de jabón, se compactan formando unos enormes tapones dentro de las tuberías».

Solo en lo que va de año, la empresa ha extraído más de 2,4 millones de litros de residuos de las alcantarillas y otras instalaciones de saneamiento de la ciudad, y prevé que la cifra aumente hasta los 3,5 millones de litros a final de año.

Concretamente, los residuos se sacan de las tuberías gracias a los camiones de saneamiento mediante succión, ayudado en el arrastre hacia el punto adecuado con una tobera que impulsa agua a gran presión.

En el caso de las rejillas de los imbornales la limpieza se completa de manera manual. Los trabajadores acuden con un vehículo en el que van depositando todos los residuos extraídos de los imbornales, que después irán a parar a un vertedero. Finalmente  insertan agua dentro del imbornal para comprobar su funcionamiento.

De esta manera, rejillas, tuberías y bombeos, recuperan su capacidad hidráulica de transporte para desaguar el agua de lluvia. No obstante, Ayuntamiento y Aqualia advierten que, si las lluvias son excesivamente torrenciales, con descargas de mucha agua en muy poco tiempo, es imposible que las tuberías de ninguna ciudad tengan capacidad suficiente para desaguar inmediatamente el agua, sino que esta desaparecería poco a poco tras el paso de la tormenta.

Todas las actuaciones de limpieza son registradas internamente para que quede constancia de las zonas sobre las que se ha actuado. Del análisis de estos datos se concluye cuáles son las zonas más afectadas y que por tanto hay que limpiar con más frecuencia. En la ciudad se inspeccionan a final de verano las zonas más conflictivas, previendo el comienzo de las primeras lluvias de otoño, y también cada vez que se prevén precipitaciones de importancia.

Ayuntamiento y Aqualia reiteran la necesidad de hacer un uso responsable del sistema de saneamiento de la ciudad, “con simples gestos como poner una papelera en el baño para evitar tirar nada al retrete ya estamos contribuyendo a mantener las instalaciones hidráulicas de nuestra ciudad y a cuidar el medioambiente”. Además, por el bien común, se solicita la colaboración ciudadana para evitar arrojar cualquier residuo a las rejillas de las alcantarillas, de manera que estas no queden taponadas y puedan cumplir su función los días de lluvia.

Aqualia recuerda que tiene un teléfono gratuito de averías al que se puede llamar las 24 horas los 365 días para notificar cualquier incidencia que se detecte: 900 822 086. También a través de la app Aqualia contact, que cuenta con geolocalización y la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda enviar fotos de la avería detectada.