El presidente de la  Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, en su visita a Herreruela, ha anunciado una subvención de 100.000 euros para concluir la residencia de mayores de esta localidad. “Este es el compromiso y la obligación de la Diputación de Cáceres: crear y mantener los servicios públicos necesarios en los pueblos de la provincia, a la vez que creamos  empleo y contribuimos a la fijación de población”, ha anunciado.

Además, con el presupuesto de 180.000 euros, en el marco del programa EDUSI, se pondrán en marcha las obras del pabellón multiusos de dicha localidad.

El presidente de la Diputación provincial, acompañado del diputado de Reto Demográfico, Desarrollo Sostenible, Juventud y Turismo, Álvaro Sánchez Cotrina, y la alcaldesa de Herreruela, Gloria Romero, ha trasladado estos mensajes durante la inauguración del Centro de Interpretación Chico Cabrera, junto con un parque infantil, dentro del proyecto, ambos, “Parque temático natural Bandoleros Rayanos”.

El bandolero de los riberos del Salor, es un personaje histórico, hecho leyenda, a través de los años en distintas localidades de la Reserva de la Biosfera Tajo-Tejo Internacional.

Se trata de Bernardo Abujeta, conocido como “Chico Cabrera”, y es el alma del Centro de Interpretación que lleva su nombre y que se ha inaugurado esta semana.

Dicho centro, ejecutado por el ayuntamiento, ha sido financiado por la institución provincial, con un presupuesto de 50.000 euros, con un objetivo, como ha destacado el presidente: añadir un valor más, un recurso más que mejore la competitividad turística de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional.

A través de este personaje, el centro de interpretación trata de acercar a los visitantes una parte de la historia del siglo XIX en Tajo Internacional.

El centro se completa con un parque infantil, realizado con materiales sostenibles y de alta calidad, con un diseño original y diferenciador, ha apuntado Carlos Carlos, destacando la figura del caballo y las herraduras, que tratan de mostrar una de las más famosas leyendas de Chico Cabrera, quien ponía las herraduras de su caballo al revés para desorientar a aquellos que le perseguían siguiendo su rastro.