El Patronato del Parque Nacional de Monfragüe ha decidido continuar con la instalación de jaulas trampa para controlar la población de ungulados en este espacio natural durante la próxima campaña.

El informe sobre el nuevo programa de control selectivo de ungulados para la campaña 2022-2023 contempla la continuidad del polémico método de las jaulas trampa así como las cercas de manejo, que ya fueron utilizados en el programa anterior.

La Junta de Extremadura y el Organismo Autónomo Parques Nacionales habrían matado en la última temporada 184 ciervos y 230 jabalíes utilizando este método, que consiste en instalar jaulas con cebos de comida y agua en su interior para llamar la atención de los ungulados; una vez dentro de la jaula, el animal pisa una placa que acciona la trampilla de acceso y cierra la jaula. Los animales intentan salir arremetiendo contra los hierros y quedan exhaustos, agonizando hasta que se les remata de un disparo.

Las entidades gestoras del Parque Nacional de Monfragüe tenían previsto ejecutar a 1.061 ejemplares, entre ciervos y jabalíes, casi a partes iguales, según los datos facilitados por la Asociación Amigos de Monfragüe. Su portavoz, Francisco Castañares, explicó a LA MAÑANA de Radio Interior el pasado mes de febrero que los 184 ciervos y 230 jabalíes murieron “con sufrimiento y agonía” y reclamó a la consejera de Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, la publicación de los vídeos y fotografías del estado en que estaban todos los ejemplares capturados, aún vivos y después muertos.

El programa aprobado por el patronato en su última reunión de este martes se centra además en la puesta en marcha de métodos adicionales de control, como los recechos, los aguardos y las batidas sin perro, un método que se llevará a cabo de forma experimental en fincas públicas y para lo que se podrá pedir la colaboración de sociedades locales de cazadores del entorno.

El Patronato del Parque Nacional de Monfragüe asegura que incide en los objetivos de conservación, reduciendo los efectos que la superpoblación de ungulados genera en los ecosistemas del parque, y de sanidad animal, tendentes a reducir la incidencia de la tuberculosis, un programa se enmarca dentro del Plan de Acción selectiva 2021-2026, que fue aprobado en marzo de 2021.