Varios ganaderos encabezados por el presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, han protestado esta mañana en el pleno municipal del Ayuntamiento de Cáceres por la decisión de la Fundación Valhondo, en la que participa como uno de los principales patronos, junto a la Delegación del Gobierno, de desahuciar a 24 familias que viven del trabajo en estas tierras que se sacarán a subasta.

Para desalojar a estos ganaderos del pleno, donde han portado camisetas negras con el lema ‘Salaya Traidor’, la Policía Local ha intervenido y provocado heridas importantes a Ángel García Blanco, tal y como han informado desde esta organización agraria. “Además de Buda, existe agricultura”, es uno de los lemas que está manejando este sindicato agrario para mostrar su rechazo al desahucio de 24 familias de ganaderos.

A las puertas del consistorio de Cáceres, los ganaderos arrendatarios de estos terrenos públicos para pasto, han asegurado que «el señor Salaya es un traidor que prefiere el Buda a la agricultura», en alusión a las 24 familias que se verán afectadas por este cambio de uso de los terrenos que tenían arrendados.

Se trata de unos ganaderos que tenían arrendados unos terrenos públicos para pasto, pero que ahora el ayuntamiento ha cambiado el uso, han asegurado. «El señor Salaya es un traidor que prefiere el Buda a la agricultura», han indicado en alusión a las 24 familias que se verán afectadas por este cambio de uso de los terrenos que tenían arrendados.

Ángel García Blanco ha condenado los hechos desencadenados este miércoles y ha explicado que los ganaderos en todo momento se han manifestado de forma pacífica y portando silbatos como único gesto de protesta. Sobre el problema en sí, el presidente de Asaja Extremadura ha explicado que esta fundación cuenta con un riquísimo patrimonio inmobiliario tanto urbanos con infinidad de inmuebles, locales, viviendas y hasta hoteles se dedica a finalidades sociales dando becas y  patrocinando eventos, entre otros.

En cuanto al patrimonio rústico de la fundación, Asaja ha explicado que sobrepasa las seis mil hectáreas , con más de 26 explotaciones. «Pero este señor alcalde añora la tan denostada milana bonita, creyéndose dueño del cortijo y pretende humillar a los agricultores», ha indicado García Blanco.

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El alcalde Salaya, así como la Delegación del Gobierno han cambiado totalmente su posición frente a los agricultores y ganaderos y han iniciado un proceso para desahuciarlos. Y Asaja Extremadura no lo va a permitir», ha incidido García Blanco.

«Por primera vez en la historia no se renuevan los contratos de arrendamiento de las fincas rústicas, sino que se sacan a subasta. El precio a pagar por las mismas en los dos pliegos que hasta ahora han sacado suponen un incremento de más del 74% sobre el alquiler que pagaban e introducen cláusulas de dudosa legalidad e interpretación subjetiva como es el que diez puntos  sean a criterio del patronato en función de circunstancias sociales u otras de naturaleza análoga. Así es el modo de colocar a los amiguetes. Y este año comienzan dejando en la calle a los arrendatarios de dos explotaciones La Alberquilla y Casasolilla  y el año que viene ‘El Muelo’ y ‘La Orofresna’, y al llegar al 2025 todos fuera», han indicado en una nota de prensa desde esta organización agraria.

En alguna reunión mantenida con la alta representación del gobierno hemos sugerido se respetase la prioridad de los ganaderos allí establecidos simplemente con la exigencia que fuesen agricultores a título principal, pero solo se tiene en cuenta de un modo residual, añaden en el comunicado.

Así, Asaja ha iniciado una serie de reivindicaciones ante el Ayuntamiento de Cáceres para que «los habitantes de esta ciudad conozcan el desprecio que este alcalde tiene hacia el sector agrario». «Todas las semanas vamos a solicitar colocación de una pancarta en los aledaños del ayuntamiento, así como recogida de firmas para que estas   familias de agricultores y ganaderos puedan seguir trabajando la tierra. Y otras muchas sorpresas», indican desde esta organización agraria.