En Madrid los trenes con destino a Atocha paran en Atocha. Y los de Chamartín en Chamartín. En Madrid cuando le pides a un taxista que te lleve al Wanda Metropolitano no te deja en el Bernabéu. Allí la vida es más estresante, pero seria.

En Extremadura la vida va al revés: nos han puesto un tren de altas prestaciones, que no de alta velocidad, para unir Plasencia y Badajoz. Pero no parará en Plasencia, sino en Monfragüe. Para viajar a la ciudad del Jerte habrá dos opciones, o hacer auto-stop o utilizar el autobús que pondrá la Junta de Extremadura a disposición de los viajeros que se aventuren a montar en el Alvia.

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha venido a Extremadura a realizar el viaje en pruebas del nuevo tren que unirá Plasencia y Badajoz a partir del 19 de julio. Pero lo cierto es que Raquel Sánchez -la ministra, no la presentadora- ha venido a darnos gato por liebre, porque se ha subido en Plasencia a un tren que no parará en Plasencia.

Esto del ferrocarril en Extremadura ya suena a esperpento. Después de largos años soportando retrasos, averías y accidentes varios de los viejos cacharros que Renfe colocó en nuestras vías, ahora nos obsequian con un tren usado de la serie 730 que, para más inri, en el argot ferroviario es conocido como Frankenstein, y todo porque fue construido a base de remiendos de algunos trenes de la serie 130.

No piensen que es nada nuevo. El tren que nos han regalado es un híbrido que fue estrenado hace más de una década para cubrir el servicio Madrid-Galicia y tiene tecnología de tracción tanto diésel como eléctrica. Con esto de las elecciones han pisado el acelerador para salir del paso y el resultado ha sido una chapuza descomunal; el viaje inaugural se realizó en más de dos horas, mientras que el trayecto entre ambas ciudades en coche se hace en una hora y 55 minutos por la A-66 y la N-523 respetando las limitaciones de velocidad.

A esta Extremadura nuestra le viene de lejos esto de aguantar; dicho en el argot local, tenemos buenas tragaderas. Desde el 19 de julio, los viajeros que utilicen el tren desde Madrid hasta Plasencia harán el trayecto sin doble vía y sin electrificar durante tres largas horas y seguirá siendo más rentable hacerlo en coche por la Autovía del Suroeste y la A-5 en un tiempo máximo de dos horas y 32 minutos. El tren seguirá circulando por vías convencionales de ancho ibérico no aptas para el AVE. Pero a cambio tendremos un tren de la bruja sin necesidad de esperar la celebración de las fiestas del pueblo.