La patronal y los sindicatos veterinarios españoles han pedido a las comunidades autónomas que asuman su responsabilidad en el control sanitario pertinente que hay que realizar a las mascotas que están llegando a España con refugiados ucranianos, un país donde la rabia es endémica.

La Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet) no ve aceptable cargar esa responsabilidad a las clínicas privadas, según un comunicado de este martes.

Fesvet mantiene que la «mayoría» de las autonomías «están comprometiendo, literalmente, a los centros sanitarios veterinarios privados (CSV), convirtiéndolos en responsables al volcar todo el trabajo efectivo de atender a los animales».

Esto crea a esas clínicas un «inmenso problema» de gestión de riesgos laborales y de responsabilidad civil y penal en caso de aparición de un caso positivo de rabia, «enfermedad con un 100 % de mortalidad en animales y personas».

Se trata de un «problema de responsabilidad desmesurada» transferida al sector privado que sus empresarios «no pueden asumir al ser la mayoría microempresas con escasos recursos», han reiterado.

Además se exponen a que otros animales atendidos en sus centros puedan estar en riesgo de sacrificio «por encontrarse en el lugar inoportuno en el momento inadecuado».

Por todo ello, han pedido a las comunidades autónomas que asuman su responsabilidad y que sean los Servicios Veterinarios Oficiales de Salud Pública los que lleven a cabo preferentemente «todas» las medidas de control sanitario frente a este riesgo, desde la identificación, vacunación, toma de muestras y envío al laboratorio, desparasitación con tenicidas, hasta la realización de las correspondientes encuestas epidemiológicas.