La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha acordado hoy proponer al Ministerio de Justicia que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 del partido judicial de Cáceres extienda su jurisdicción a toda la provincia.
De esta forma se da traslado a la petición del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) con el objetivo de garantizar la atención especializada en materia de violencia de género a un mayor número de mujeres, ha expuesto el órgano judicial extremeño en nota de prensa.
Así, se pretende que el juzgado situado en la capital cacereña y puesto en funcionamiento el 1 de marzo, asuma el conocimiento de los asuntos de violencia de género que tengan lugar en los otros seis partidos judiciales, de Coria, Logrosán, Navalmoral de la Mata, Plasencia, Trujillo y Valencia de Alcántara, ampliando su jurisdicción como posibilita la ley.
Esta decisión cuenta con un informe favorable del Servicio de Inspección del CGPJ y, de acuerdo con lo establecido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, busca proporcionar la respuesta especializada que requieren este tipo de asuntos y, al mismo tiempo, garantizar una proximidad razonable del juzgado respecto de la víctima.
El Servicio de Inspección explica que, según los criterios utilizados en informes similares, se ha considerado como distancia razonable entre el juzgado y la víctima la de 50 Km, o bien una distancia que requiera entre 40 y 60 minutos de desplazamiento, un requisito que se cumple en los partidos judiciales de Coria, Plasencia y Trujillo, ha explicado el TSJEX.
En el caso de los partidos judiciales de Logrosán, Navalmoral de la Mata y Valencia de Alcántara, que se encuentran a una distancia superior, el criterio favorable expresado por el Servicio de Inspección se basa en que las víctimas podrían acudir a la Red de Oficinas de Igualdad y de Violencia de Género de Extremadura, entre cuyas funciones está el acompañamiento de las mujeres víctimas al juzgado especializado.
A su juicio, la extensión de la jurisdicción del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Cáceres supondría la completa especialización en la instrucción de este tipo de asuntos y la puesta a disposición de todas las víctimas de los mismos servicios y medios técnicos.
En cuanto a la carga de trabajo, para el Servicio de Inspección, el conocimiento por parte del citado juzgado de los asuntos de los partidos judiciales añadidos no supondría superar, ni siquiera alcanzar, el módulo de entrada de un juzgado de violencia sobre la mujer.
