El comerciante del mercadillo de Badajoz, Pedro Montero, no sabe exactamente a que lugar concreto debe llegar o con qué se encontrará, ni sabe inglés (y mucho menos polaco o ucraniano), pero mañana cogerá su furgoneta de grandes dimensiones y junto a su mujer y a un amigo recorrerá los 3.400 kilómetros que le separan de la frontera entre Polonia y Ucrania para llevar productos a los refugiados que sufren la invasión rusa.

“Ante las imágenes que se ven uno no puede quedar indiferente”, ha explicado este miércoles a Efe junto al puesto habilitado en el mercadillo pacense de los martes donde ha recogido los productos que donan comerciantes y usuarios, a los que se unirán mañana los obtenidos también hoy en el mercadillo de Mérida.

En la labor de recogida ayudan otros comerciantes, entre ellos el presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de Extremadura (Acaex), Julián Cruz, entidad que impulsa esta iniciativa en la que harán llegar «abrigos, botas de agua, pañales, pantalones… todo lo que se necesite”.

Pedro Montero, vecino de Puebla de la Calzada (Badajoz), confiesa que la iniciativa surgió después de que días atrás le cedieran productos de higiene dentro de la labor que realiza para diversas entidades sociales en la región y, el pasado viernes, viendo las imágenes del drama en Ucrania, decidió llevar estos productos y todos los enseres que cupieran en su furgoneta hasta la frontera con Polonia.

Ese mismo día le dijo a su mujer “la próxima semana nos vamos a Polonia”, y aunque ella le preguntó “si estaba loco” justo en ese momento decidió que le acompañaba.

El comerciante extremeño saldrá el jueves por la tarde de su localidad, prevé dormir esa noche en la frontera con Francia, y a partir de ahí “lo que dure el viaje” sin saber lo que hallará: “voy con el pensamiento de encontrarme hasta lo que no espero…”.

Su objetivo es buscar sobre el terreno a una ONG española y permanecer allí un par de días “para ayudar en lo que se pueda, hacer comidas, dar consuelo” y sobre todo encontrar las entidades necesarias para realizar futuros viajes “con más seguridad y sobre todo con más vehículos”.

Julián Cruz ha dicho que la labor de Pedro Montero es fundamental, pues la asociación ha contactado con muchas entidades, «pero al final es verdad que desconoces a dónde o a quién irán los productos, y en este caso se cuenta con esta certeza”.

A nadie ha dejado indiferente la iniciativa y por ello la mañana ha sido un continuo devenir y llamadas de “Pedro!, Pedro!” para preguntarle donde   dejar los productos, en la que han colaborado clientes, aunque algunos se lamentaban de no haberse enterado antes de la iniciativa  para haber  traído  ropa u otros enseres de sus casas.

“Es fundamental todo lo que se haga”, asegura María Rodríguez, una usuaria del mercadillo, quien coincide: “lo que se ve en televisión no puede dejar a nadie insensible”.