El extremeño Antonio Cordón (Granja de Torrehermosa, Badajoz) no es Monchi. Tampoco Txiki Begiristain. Ni Andoni Zubizarreta o Steve Walsh. No atrae focos como otros directores deportivos que ahora o antes eran y son estrellas de los despachos. Él también lo es, pero desde la sombra. Ahora en el Real Betis Balompié, antes en el Villarreal, en el Mónaco o en el Granada, es uno de los referentes en su puesto. Su método, ya luce en el Benito Villamarín.

Que el Betis pelee por una plaza en la Liga de Campeones, que esté ya en la final de la Copa del Rey y que siga con vida en la Liga Europa, no es una casualidad. Detrás hay un trabajo serio con un sello de calidad que se extiende desde hace dos décadas y que ahora beneficia al club verdiblanco.

La historia de Antonio Cordón y su relación con los despachos se remonta a la temporada 2000/2001, cuando entró en el organigrama del Villarreal. Hasta 2016, en la entidad castellonense, consiguió una rentabilidad total en sus inversiones que casi siempre fueron unidas a buenos resultados deportivos. De la mano de Antonio Cordón varios jugadores explotaron en el Villarreal para revalorizar a su club: Santi Cazorla, Gerard Moreno, Antonio Valencia, Gabriel Paulista, Martín Caceres, Giusepe Rossi, Jeremy Perbet, Eric Bailly, Bakambu o Diego Godín forman parte de su gestión junto a canteranos como Bruno Soriano, Manu Trigueros, Mario Gaspar, Moi Gómez o Marco Ruben.

Muchos de esos nombres, captados con la red de Cordón, dejaron después grandes beneficios en el club castellonense: Gabriel Paulista costó 3 millones de euros y se fue al Arsenal por 15; Bailly dejó 38 en las arcas del cuadro amarillo y costó 6; el gastó por Vieto ascendió a 5’5 millones y se marchó al Atlético por 20; por José Enrique se pagó 3 y el Tottenham fichó por 14. En total, la plusvalía de sus éxitos en el Villarreal, ascendió a los 200 millones de euros

LEYENDA EN EL MÓNACO, IRRUPCIÓN DE MBAPPÉ

Con ese rendimiento económico, que además dio buenos resultados sobre el césped (semifinales Liga Campeones 2005/06, subcampeón Liga 2007/08 o semifinales Liga Europa 2010/11), el Mónaco echó sus redes sobre el director deportivo, que hizo las maletas con destino a la Ligue 1 para volver a sacar a otra hornada de jugadores que dejaron, de nuevo, un binomio triunfal economía-resultados deportivos y una historia con el que ahora mismo es el mejor jugador del mundo: Kylian Mbappé.

Aquel Mónaco, campeón de Liga en el curso 2016/17, semifinalista de la Liga de Campeones y finalista de la Copa de Francia, alcanzó su cenit con una generación impresionante que acunó Cordón en la que brillaron jugadores como Mendy, Lemar, Bernardo Silva, Fabinho y Bakayoko.

Pero a Cordón se le tiene en el radar por su relación con Mbappé, que poco a poco, durante aquella temporada, se fue haciendo con un sitio en el equipo después de deslumbrar en la Copa de la Gambardella, una competición para menores de 19 años organizada por la Federación de Fútbol Francesa (FFF).

La irrupción de Mbappé fue tan potente, que el Mónaco, en apenas media campaña, recibió ofertas mareantes de clubes importantes. Sin embargo, se quedó en el cuadro monegasco por tres millones de euros que después se convirtieron en 145 después de su cesión y traspaso final al París Saint-Germain. Cordón protegió a Mbappé, cuidó su futuro, y al final se beneficiaron el Mónaco y el jugador.

Y, antes de llegar al Betis, también dejó su influencia como CEO en el Grupo Hope, donde dirigió a cuatro equipos a la vez: en China (Chongqing), España (ascendió al Granada), Italia (ascendió al Parma), y Portugal (logró la permanencia del Tondela). De ahí, y tras un breve paso por la Federación Ecuatoriana de Fútbol, finalmente fichó por el Real Betis.

EL ‘MÉTODO CORDÓN’ APLICADO AL BETIS

Ahora, en el club andaluz, Cordón ha dado un salto en la gestión. ¿Pero cuál es su método? ¿Cuáles son sus secretos? A lo largo del tiempo, ha ido evolucionando. Las necesidades no son las mismas en equipos como el Villarreal, el Mónaco, el Parma, el Tondela o el Granada; por eso, su forma de trabajar ha ido variando adaptándose a las necesidades.

Lo más habitual para valorar a un director deportivo es evaluar sus responsabilidades a la hora de hacer fichajes. Eso es importante, pero no es lo único.  A lo largo de veinte años, se ha dedicado a crear y gestionar un equipo de trabajo basado en la profesionalidad y el conocimiento con un clima sano en el que la competencia es un factor positivo.

Trabajar con una visión global de futuro es una de sus cualidades. Evitar que sólo exista el presente es clave. Hay que mirar más allá para que la institución asegure su sostenibilidad y porvenir. ¿Cómo? Conociendo al detalle el mercado liderando desde la observación, el análisis y la realidad de cada club. Además, todo con discreción, con mucha discreción. Eso ahorra muchos millones de euros.

El cuidado del jugador también es clave en el método de Antonio Cordón. El cuenta que los futbolistas no son sólo personas que cobran mucho dinero. También tienen sus preocupaciones y frustraciones. Por eso, siempre está cerca de ellos. Todo ese ‘cocktail’ ha hecho de Cordón un director deportivo ‘top’. En el Mónaco, por ejemplo, tenía a una media de 14 «scoutings» que cada uno veía cada semana alrededor de 15 partidos, unos 210 en siete días y 10.000 para analizar en un año. Esos datos, no sólo sirven para atrapar a jugadores poco conocidos. También clarifican la labor de un hombre que, ahora, en el Betis, comienza a dejar su tarjeta de visita.

El dato habla por sí solo. En dos temporadas, el Real Betis ha invertido sólo 3’5 millones de euros, en Germán Pezella. El resto, Rui Silva, Martín Montoya, Víctor Ruiz, Youssouf Sabaly, Claudio Bravo y Juan Miranda, han llegado a coste cero.

Mediante cesiones muy beneficiosas, ha conseguido a William José (Real Sociedad) y a Héctor Bellerín (Arsenal). Y, las apuestas por jóvenes canteranos como Edgar González, Paul Akouokou, Rodri Sánchez o Aitor Ruibal, también han sido positivas. Ha renovado además a pilares del Betis para asegurar patrimonio: Nabil Fekir, Sergio Canales, Borja Iglesias, o los mismos Rodri y Edgar. No es un hecho aislado, el método Cordón también se abre paso en el Benito Villamarín, donde la firma del director deportivo del momento ya deja huella. Como en el Villarreal, como en el Mónaco y como en el Granada, el Parma y el Tondela. El Betis, se une a la lista de equipos emergentes.