La planta fotovoltaica Talayuela Solar, ubicada en la provincia de Cáceres y operada por la empresa noruega Statkraft, se ha convertido en la segunda instalación en funcionamiento en obtener el Certificado UNEF de Excelencia para la Sostenibilidad y la conservación de la Biodiversidad.

Esta distinción reconoce los proyectos realizados bajo los mejores criterios de integración social y ambiental.

Para lograr este distintivo, Talayuela Solar ha sido sometida a una auditoría independiente que en este caso ha sido llevada a cabo por la consultora Cere, según ha informado la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

En concreto, se han valorado parámetros socioeconómicos, de biodiversidad y de economía circular, que responden al compromiso de Statkraft en todos sus proyectos con la sostenibilidad económica, social y medioambiental.

Desde un punto de vista socioeconómico, es clave en Talayuela Solar la involucración de los vecinos de la zona.

Así, 262 vecinos del municipio de Talayuela trabajaron en la construcción de la planta, que entró en funcionamiento en enero de 2021.

Esta apuesta por el empleo local se completó con un plan de Formación específico, cuyo objetivo es el de dotar a los trabajadores de los conocimientos necesarios para formar parte de los proyectos en la fase de construcción, operación y mantenimiento.

En este sentido, la construcción de Talayuela Solar ha supuesto una oportunidad para los jóvenes de la zona: cerca del 50% del total de los puestos creados fueron ocupados por personas con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años y un 22%, entre los 20 y los 30 años.

Otro aspecto destacado desde el punto socioeconómico es la gran multiculturalidad del proyecto Talayuela Solar, en un municipio en el que conviven 23 nacionalidades distintas.

Esta diversidad se ha reflejado también en la planta, ya que un 35% de los puestos creados durante su construcción fueron ocupados por población migrante o de la comunidad gitana.

Desde el punto de vista medioambiental, Talayuela Solar es también un referente, ya que de las 820 hectáreas de superficie total de la planta, 312 se han preservado como zona de protección ambiental, dentro del entorno de la dehesa extremeña.

Entre las medidas específicas de protección de la flora y la fauna autóctonas, destacan, por ejemplo, el uso de un vallado permeable con paso inferior que permite el trasiego de animales de la zona.

También se han adecuado dos encharcamientos utilizados como bebedero para animales que presentaban fuertes pendientes y, por tanto, tenían difícil acceso.

Asimismo, siendo Extremadura una de las regiones con mayor importancia para la invernada de especies acuáticas, Statkraft ha creado islas flotantes con vegetación para que especies como el ánade real, el ánade friso o en el zampullín chico puedan nidificar.

Esta medida se ha acompañado de la instalación de posaderos para ardeidos como la garza real y la imperial y de la creación de dos encharcamientos naturales mediterráneos que sirven punto de agua y fuente de biodiversidad.

Talayuela Solar cuenta además con 25 refugios para reptiles, distribuidos de forma irregular por la planta y que sirven además para favorecer el control de plagas por parte de los depredadores naturales que se refugian en los mismos.

Desde el punto de vista de la flora, y considerando el entorno de dehesa donde se ubica Talayuela Solar, Statkraft desarrolla un plan para plantar 5.000 bellotas al año durante cinco años.

El enfoque de economía circular ha sido otro de los aspectos valorados por UNEF y Ceres para concesión del Sello de Excelencia en Sostenibilidad: la planta cuenta con un plan de seguimiento ambiental para el control de residuos y, adicionalmente, se han reciclado los materiales empleados durante la construcción, labor que se continúa en la actual fase de operación y mantenimiento.