La Asociación Amigos de Monfragüe ha alertado de que terrenos del Parque Nacional extremeño sufren en la actualidad un «durísimo ataque» de procesionaria del pino por lo que ha demandado a la dirección de este espacio protegido «una rápida y eficaz respuesta».

El colectivo ha señalado que mientras la dirección del Parque Nacional y la Consejería de Transición Ecológica «se dedican a defender» los aprovechamientos ilegales de Iberdrola y a sembrar sus fincas de jaulas trampa y cercones para el «exterminio cruento y sin escrúpulos de ciervos y jabalíes», Monfragüe sufre una plaga «sin precedentes» de procesionaria del pino.

La procesionaria afecta ya, según la asociación, a las zonas de pinar de Lugarnuevo y probablemente también al monte público de la localidad cacereña de Serradilla.

Amigos de Monfragüe ha agregado que la plaga afecta a la mayoría de los pinos y puede provocar graves daños a la salud de los animales salvajes que tienen su hábitat en las zonas de pinar.

«La procesionaria del pino puede suponer también un problema de salud pública para las personas y sus animales domésticos y mascotas, por lo que requiere una rápida y eficaz respuesta por parte de los responsables de la gestión del parque nacional», ha defendido.

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha alertado recientemente de que el aumento de las temperaturas y la escasez de lluvias han vuelto a adelantar este año la presencia de los primeros ejemplares de procesionaria en los pinos.

Este insecto está ampliamente extendido por toda España y, pese a su pequeño tamaño, acumula una devastadora capacidad para destruir los árboles donde anida y generar fuertes reacciones alérgicas tanto en personas como en animales, a quienes puede llegar a provocar la muerte.

La asociación ha señalado que el sistemático adelanto de la presencia de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) del comienzo de la primavera al final de invierno está convirtiendo la excepción en nueva norma.

De esta forma, ha apuntado que el temprano inicio de las altas temperaturas y la escasez de lluvias, consecuencias directas del cambio climático, «están provocando tanto una mayor intensidad de la plaga de la procesionaria del pino como un adelanto de su presencia en los últimos años».