El municipio cacereño de Madrigalejo ha iniciado una promoción de los paisajes de los frutales en flor para potenciar el turismo y realizar rutas a pie, a caballo y en bicicleta, a través de las más de mil hectáreas sembradas de frutales en su término municipal.

Hasta el 10 de marzo se puede disfrutar de los senderos por los destinos de la floración en Madrigalejo; un espectáculo que empieza a finales de invierno y principios de primavera.

Las visitas se pueden realizar por caminos públicos, dentro de un paraje que navega entre la dehesa extremeña y las Vegas Altas del Guadiana.

Las opciones que ofrece el paisaje son diversas: “fotografiar, observar, oler y aprender en plena naturaleza, rodeándose de cientos de aves y la estampa de la tierra extremeña, que tan buenos frutos produce y que podrán degustar del campo a la mesa”, explica el alcalde de Madrigalejo, Sergio Rey.

Los ricos frutales del entorno ofrecen ciruelas, nectarinas, paraguayas, melocotones o albaricoques. Asimismo, el alcalde detalla que esa variedad se mezcla con la dehesa tradicional extremeña, además del avistamiento de aves, “que tienen un gran atractivo” y que lo posicionan como un destino de turismo de naturaleza.

Un destino que destaca por su mirador, desde donde se puede avistar también el pantano de Sierra Brava y el paraje del entorno lleno de árboles frutales, que otorgan colorido al territorio en esta época del año.