La entidad Farmamundi impulsa un proyecto protagonizado por la ciudadanía de Badajoz y de la comarca de Las Villuercas (Cáceres) para poner en valor su capital social y ambiental, gracias al cual se hace hincapié en el valor diferencial que aporta la educación para la salud en la mejora de la calidad de vida y del bienestar de la población.

El proyecto «Comunidad Activa. Salud Global, bienestar y sostenibilidad» ha permitido mapear fuentes y activos de salud y bienestar destinados a la ciudadanía, para acercar de esta forma el modelo de salud comunitaria basado en activos (SCBA), donde se implica a la población en la gestión de su propia salud, según un comunicado.

La responsable de Farmamundi en Extremadura, Chelo Díez, ha explicado que todo ello se realiza a través de la unión de la experiencia y labor de profesionales de diferentes ámbitos relacionados con la promoción de la salud y del capital social y ambiental existente en los barrios.

Este modelo «apuesta por un enfoque positivo, participativo y propositivo de la salud», donde la propia ciudadanía se convierte en protagonista, y donde «se identifican y ponen en valor los recursos y fuentes de salud del entorno que generan bienestar y mejoran la calidad de vida».

En esta línea, «Comunidad Activa. Salud Global, bienestar y sostenibilidad», desarrollado con el apoyo de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo, ha incluido acciones colectivas de mapeo para generar diálogos sobre salud y bienestar entre agentes comunitarios y diferentes colectivos de barrios de Badajoz (especialmente El Progreso y Casco Antiguo) y de la comarca de Las Villuercas.

Estas acciones han permitido favorecer la cohesión social y el intercambio intergeneracional e intercultural de experiencias a favor de la salud comunitaria.

«Impulsar estos diálogos intergeneracionales sobre el cuidado de la salud ha sido clave para promover en los barrios un rico intercambio de experiencias que ha ayudado a reconocer tanto las necesidades como las oportunidades que favorecen la salud y el bienestar comunitario», se ha explicado.

Díez ha puesto como ejemplo el centro de mayores San Andrés, donde las personas, además de contribuir a la construcción del mapa de activos, han demostrado «el gran potencial de sus iniciativas para favorecer la movilidad física, el contacto con la naturaleza o la promoción de hábitos de vida saludables».