El sindicato CCOO ha denunciado este martes que desde hace muchos meses hay trenes en Extremadura que circulan sin interventor, lo que  repercute en la calidad del servicio y puede causar graves trastornos a los viajeros.

En un comunicado, ha exigido a RENFE que al menos haya un interventor en cada uno de los trenes que atraviesan la región, pues su falta, que debería darse solo en algún caso puntual y extraordinario, «está adquiriendo categoría de normalidad y refleja una dejadez muy preocupante en la calidad del servicio que se pretende ofrecer».

Se está dando la paradoja de que, mientras se está invirtiendo en mejorar las infraestructuras ferroviarias de Extremadura, se está descuidando la calidad del servicio y no es algo fortuito, ni se puede recurrir al «comodín» de la pandemia, ha criticado.

El Comité de RENFE lleva años reclamando más personal de intervención y avisando de las jubilaciones próximas y la necesidad de su sustitución, pero la empresa hace caso omiso, incluso obligando a la plantilla de Mérida a hacerse cargo de trenes de otras regiones mientras que los extremeños circulan sin interventor.

Esta falta de interventores genera problemas para los viajeros, lo que el sindicato ha expuesto con dos ejemplos: una persona invidente no pudo bajarse en su estación por un problema de apertura de puerta y no había un interventor que le asistiese y otro usuario que sufrió un brote alérgico de gravedad tuvo que apañarse como pudo para que se avisara a emergencias y le estuvieran esperando en la siguiente estación.

«El interventor es la persona a la que puede recurrir un viajero si algo imprevisto ocurre. Lamentablemente en Extremadura hay imprevistos e incidencias de manera habitual», ha subrayado CCOO.

Así, ha señalado que son públicas las numerosas averías en plena vía, retrasos, enlaces que hay que coordinar o elementos del tren que no funcionan, como puertas o el baño, climatización desajustada.

«Pero también se producen casos de falta de seguridad ante posibles vandalismos o información por megafonía con constantes desajustes que provocan confusión o errores a la hora de apearse. Cuando esto ocurre y el tren no lleva interventor, el viajero se encuentra indefenso y sin posibilidad de solución», según el sindicato.

A su juicio, «el mal servicio a la ciudadanía es también un mal negocio para la empresa RENFE. Hace una semana una interventora al solicitar el billete a un joven viajero se encontró con la respuesta ´¿pero esto no es gratis?´. Llevo viajando 15 días en el mismo trayecto y nunca me habían pedido billete”.

Según el sindicato, los viajeros habituales ya saben que trenes no llevan interventor y muchos han decidido ahorrarse el billete. «En la taquilla de Mérida lo saben bien, pues la venta de bonos mensuales ha caído de forma alarmante», ha puesto como ejemplo.

«Extremadura sufre muchas deficiencias en su ferrocarril, lento y anticuado, con estaciones sin personal que atienda a viajeros, no pudiendo acceder estos a las ofertas comerciales que sí se obtienen donde hay venta de billetes, trenes con recorrido de muchas horas donde no puedes comprar ni una botella de agua… pero hay cosas que no se pueden consentir, porque son graves y demasiado fáciles de solucionar. Por eso, desde CCOO se exige a RENFE que resuelva este problema con urgencia y disponga un interventor en cada tren».