El toledano Jesús Pulido Arriero, ordenado este sábado nuevo obispo de Coria-Cáceres, ha destacado que la pandemia ha hecho descubrir «la importancia de la cultura del cuidado frente a la cultura de la indiferencia» y ha defendido que, «sin duda, esta es la hora de los laicos».

El nuevo obispo ha ofrecido la colaboración «leal y solícita de la Iglesia de Coria-Cáceres en la búsqueda del bien común y en el cuidado de los más desfavorecidos, de los que viven solos, enfermos o carecen de recursos básicos».

Como ordenante principal ha actuado el nuncio del papa en España, Bernardito Auza, que ha estado acompañado por el arzobispo de Toledo y anterior obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro; y el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga.

A la ceremonia, celebrada en la catedral de Coria, han asistido una treintena de obispos y más de 150 sacerdotes de varias diócesis, así como un nutrido grupo de autoridades, entre ellas la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín; la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Nuria Flores; la presidenta de TSJEx, María Félix Tena, y el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago.

Además, ha sido seguida por unas 500 personas desde el interior de la seo cauriense.

Tras su promesa de fidelidad a la Iglesia y de servir al Pueblo de Dios y la imposición de manos, Pulido ha sido ungido con el Santo Crisma, ha recibido el anillo episcopal, la mitra y el báculo pastoral, y ha tomado posesión de su cátedra, símbolo de su autoridad pastoral.

«El coronavirus no es una enfermedad individual sino colectiva; es el género humano el que lo ha contraído, el que está enfermo, y, mientras no se cure todo el cuerpo, hay riesgo de recaídas y somos responsables los unos de otros», ha apuntado en su alocución.

Jesús Pulido ha destacado la «reconciliación», palabra elegida precisamente para su lema episcopal: Ministerium Reconciliationis.

«La reconciliación nos recuerda que la alegría del cielo se experimenta aquí en la tierra bajo especie de perdón y misericordia. Es la alegría del evangelio, de quien encuentra la oveja perdida y la lleva sobre sus hombros», ha aseverado.

También se ha referido al momento presente que vive la Iglesia con el Sínodo convocado por el Papa y a la pandemia del coronavirus.

«Caminar juntos, la sinodalidad, a la que el Papa Francisco nos convoca, no es simplemente una nota o propiedad de la Iglesia, sino que expresa su naturaleza, su definición, su forma, su estilo: la Iglesia es camino, camino de salvación, y caminar juntos quiere decir contar con todos, no dejar a nadie atrás, al borde del camino, excluido, descartado», ha agregado.

Tras los agradecimientos por el caluroso recibimiento que ha recibido a la hora de entrar a formar parte «con alegría de esta querida diócesis de Coria-Cáceres», Pulido ha asegurado que, «sin duda, esta es la hora de los laicos, comprometidos en el mundo de la cultura, de la política, de la economía».

«Con ellos la Iglesia sale al encuentro de todos, sin juzgar, sin condenar, tendiendo la mano, para compartir la vida, las alegrías y tristezas, y llevar el Evangelio a todos los ambientes».

Ha añadido que especialmente las familias, protagonistas en este año dedicado a ellas, son la primera célula de la sociedad y de la Iglesia y, como tales, están llamadas a la transmisión de la vida y también de la fe de generación en generación», ha dicho.

Jesús Pulido Arriero (Santa Ana de Pusa, Toledo, 1965) se ha convertido en el 119 obispo de la vieja diócesis cauriense, una de las más antiguas de España.

La diócesis de Coria-Cáceres está situada en la parte más occidental de la provincia de Cáceres, y abarca el 50,4% de su superficie y un 54,7 % de su población, que se cifra en 215.644 habitantes.

Limita al norte con las diócesis de Ciudad Rodrigo y Salamanca, al este con la de Plasencia, al sur con la de Mérida-Badajoz y al Oeste con las portuguesas de Portalegre-Castelo Branco y Guarda.

Se encuentra dividida en nueve arciprestazgos: Alcántara-Arroyo de la Luz, Cáceres, Coria, Granadilla, Hurdes, Montánchez, Sierra de Gata y Valencia de Alcántara y cuenta con 160 parroquias.