El Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres ha condenado a dos años y cinco meses de cárcel a un hombre acusado de maltratar y amenazar de muerte a su pareja sentimental, entre otros delitos de violencia de género, y a la que tenía «absolutamente atemorizada y subyugada”.

Así lo expone la magistrada en la sentencia condenatoria por delitos de maltrato, lesiones leves, amenazas graves continuadas, trato degradante y vejaciones, de conformidad con las partes implicadas.

El ahora condenado, con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia, mantuvo una relación de un año con la víctima hasta junio de 2020, momento en el que ingresó en prisión provisional un mes y se ordenó la protección de la víctima tras ser denunciado.

Según los hechos probados, durante el confinamiento por el coronavirus, la mujer manifestó al acusado que quería dejar la relación y él le dijo que la iba a matar.

“Tal era el control que el acusado ejercía sobre su pareja y tal el desprecio con el que la trataba, que la cosificaba, hasta el punto de que le olía los genitales para comprobar si había estado con otro hombre a la vez que le exigía que le echara el aliento para decirle, en ocasiones, huele a polla”, recoge la sentencia.

Para la jueza, el acusado ha mostrado en la relación una “actitud violenta y agresiva” hacia su pareja, con “celos exagerados”, pues se molestaba ante cualquier gesto de la víctima cuando caminaba por la calle y miraba a la gente, unas “reacciones desmedidas” que provocaron que la chica se aislara cada vez más de su entorno, dejando de acudir incluso a sus clases.

Según se refleja, en cierta ocasión la víctima observó que su pareja tenía cocaína y “como no quería que consumiera, se la quitó”, por lo que el acusado reaccionó violentamente y le propinó  “un guantazo en la boca”.

Asimismo, motivado por los celos, el ya condenado “dio por sentado” que la víctima mantenía otra relación con alguien, insultándola en distintas ocasiones y amenazándola con pegarla y matarla, con exabruptos como “ten cuidado que te pego y te arranco la cabeza, puta de mierda” y “eres mía, o vienes o te voy a matar, es lo último que voy a hacer en esta vida”.

En cierta ocasión, según la sentencia, el acusado dio varias patadas en el suelo a la víctima durante una discusión de la pareja, que vivía cada uno con sus respectivos padres y pasaban algunos fines de semana en casa de unos y otros.

Además, en otro momento, en un aparcamiento de una zona comercial la golpeó y le ocasionó un eritema en la mejilla izquierda e inflamación y subfusión hemorrágica en la cara interna de los labios, unas lesiones que requirieron asistencia facultativa.

La sentencia condena también al acusado a la prohibición de aproximarse o comunicarse durante 13,5 años a la que fue su pareja, a quien deberá indemnizar con 6.000 euros por daños morales y 124 euros por las lesiones causadas.