Los cinco centros de cría adscritos al Programa de Conservación Ex-situ del lince ibérico, cuatro de ellos ubicados en España y uno en Portugal, han iniciado las actuaciones de marcaje y examen sanitario de los cachorros nacidos el año pasado y que serán liberados al medio natural.

Los cachorros que nacieron en 2021 en los centros de cría ya están listos para salir al campo.

Durante los últimos meses han aprendido de sus madres y desarrollado sus habilidades de caza y sus conductas exploratorias.

También han aprendido a defender la presa frente a sus hermanos de camada y a evitar el contacto con los humanos.

En los centros de cría se lleva a cabo un protocolo de entrenamiento para favorecer el desarrollo de todas estas conductas, según ha informado los técnicos del proyecto Life Lynxconnect.

Los equipos de seguimiento de la especie de las diferentes poblaciones silvestres (Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal) son los encargados de instalar estos collares que permitirán la localización y seguimiento de los individuos una vez abandonen las instalaciones de los centros de cría y pasen a formar parte de las poblaciones silvestres.

En estos exámenes previos a la suelta de los animales, los veterinarios se aseguran de que los ejemplares a liberar se encuentran en buen estado de salud y analizan un panel de enfermedades infecciosas muy completo para evitar la posible transmisión de patógenos entre la población de origen y la de destino.

El control de la bioseguridad es, y ha sido siempre, muy exigente en el manejo de esta especie tan amenazada dada su baja diversidad genética.

Una vez se obtengan los resultados de las analíticas y se disponga del visto bueno veterinario, comenzarán a realizarse las liberaciones en las diferentes zonas, con lo que se inicia así una nueva etapa en la vida de estos cachorros nacidos en el programa de cría.