Los técnicos del Hospital de Fauna Salvaje de la asociación AMUS en Villafranca de los Barros (Badajoz) trabajan con diferentes profesionales veterinarios para salvar el ojo a un ejemplar de águila imperial ibérica, que es una de las rapaces más amenazadas del planeta, que ha ingresado tras recibir un disparo.

El ingreso de este ave ha supuesto “un despliegue de medios para recuperarla”, después de sufrir un impacto contra el suelo generado tras recibir un disparo, que le ha provocado dos graves fracturas y un ojo severamente dañado, según ha informado AMUS en una nota de prensa.

Aunque su vida está “casi asegurada”, ha precisado AMUS, se está trabajando en alianza con otros profesionales en el tratamiento y gestión de un ojo, que sufre graves daños.

Por ello, han agradecido al cuerpo de Agentes del Medio Natural de la Junta de Extremadura “su celeridad en la recogida y traslado del ejemplar hasta las dependencias de AMUS”, así como a Oftalmología Veterinaria Ocaña de Madrid y al Hospital Veterinario Bodión de Zafra por su ayuda y cooperación en el diagnóstico y tratamiento del ave.

El águila imperial ibérica es una especie genuina que vive exclusivamente en la península ibérica, donde apenas se contaba con un centenar de ejemplares en los años 70.

“Su lenta recuperación ha sido muy costosa” y en estos momentos sus poblaciones están ceñidas al interior del bosque y matorral mediterráneo y prosperan gracias a “mucha inversión por conservarlas reduciendo dos de sus grandes problemáticas: el veneno y los tendidos eléctricos peligrosos”, ha explicado AMUS.

Extremadura dispone de algo más de 50 parejas reproductoras, de las 330 aproximadamente que existen censadas en España, y están repartidas entre Monfragüe, Sierras de San Pedro, Sierras de Azuaga y Llerena y las periferias de las sierras de Hornachos.

Por ello, Extremadura supone “uno de los más importantes bastiones poblacionales junto con Andalucía, Castilla la Mancha y Madrid”, ha subrayado AMUS.