La Consejería de Educación y Empleo ha decidido no incluir el CEIP Juan XXIII en la oferta educativa de la ciudad de Mérida para el próximo curso 2022-2023, con el fin de garantizar la igualdad de oportunidades y la inclusión de su alumnado, con lo que podrán solicitar plaza en cualquiera de los centros educativos de la ciudad.

El secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, ha anunciado hoy esta decisión, que considera «necesaria y responsable, tomada tras analizar la situación del centro educativo en los últimos siete años”.

“Es un centro que no garantiza la igualdad de oportunidades porque sus 39 alumnos y alumnas son especialmente vulnerables”, ha explicado Amaya, quien ha destacado que en los últimos cuatro cursos el centro no ha recibido más de dos solicitudes en el proceso de admisión del alumnado.

El colegio, que era de dos líneas, está al 8,7 por ciento de su capacidad. Además, cinco de los seis alumnos que están cursando actualmente 6º de Primaria en este centro, han repetido en alguno de los cursos anteriores y la tasa de absentismo en algunos grupos alcanza el 37 por ciento.

Al respecto, el secretario general de Educación ha dicho que la Consejería ha optado por “una reorganización de los espacios educativos en Mérida que apueste por la inclusión”.

Así, los escolares del CEIP Juan XXIII podrán solicitar plaza en cualquiera de los centros educativos de la capital de Extremadura, dándoles de esta forma “posibilidades de éxito educativo y garantizando la igualdad de oportunidades”.

En cuanto a la plantilla docente, Francisco Javier Amaya ha señalado que uno de los maestros se jubila este año y a los seis restantes que componen la plantilla orgánica se les garantiza una plaza en alguno de los colegios de Mérida para el próximo curso, si así lo desean.

El secretario general de Educación, que ha agradecido la labor del claustro que “ha trabajado incansablemente por este centro”, comunicó esta decisión a la directora del colegio, quien “ha tendido su mano para que el cambio sea tranquilo”.

También los sindicatos han sido informados previamente sobre cese de la actividad educativa en este colegio emeritense.

Asimismo, el Ayuntamiento de Mérida ha mostrado su acuerdo con la decisión y ha pedido que el edificio continúe teniendo un uso educativo, algo que la Consejería le ha garantizado.

Por su parte, el Sindicato del Profesorado Extremeño (PIDE) se opone frontalmente el cierre del CEIP Juan XXIII de Mérida y considera que, una vez más, la Consejería de Educación «actúa traicionando su propia ideología al cerrar un colegio público sin tocar los centros privado-concertados de la localidad».

A su juicio, se trata de «una medida innecesaria encaminada a proteger los conciertos educativos».