Se trata de una convocatoria a la que podían concurrir los ayuntamientos extremeños de menos de 20.000 habitantes y que se integraba tanto entre las medidas extraordinarias y urgentes con las que reducir el impacto socioeconómico de la pandemia, como entre las previstas para hacer frente al fenómeno de la despoblación de las áreas rurales de la región.
En este sentido, ha indicado que el 44% del total de los beneficiarios, 54 de los 124 finales, son ayuntamientos con una población inferior a los 1.000 habitantes (19 de ellos tienen menos de 500 habitantes), y que el municipio beneficiario con menor población tan solo tiene 75 vecinos en su censo.
Por modalidades la convocatoria proponía ayudas destinadas tanto a la adopción de soluciones con las que diferenciar a la localidad como Destino Turístico Inteligente y promocionar su patrimonio cultural en clave turística, como para facilitar una movilidad inteligente por medio de sistemas con los que ejercer un control sobre el tráfico local y mejorar la seguridad vial.
