La Audiencia de Badajoz ha condenado a siete años y medio de prisión a un hombre que intentó disparar a dos agentes de la Policía Nacional, tras arrebatar la pistola a uno de ellos, cuando se encontraban en los calabozos de la Comisaría de la capital pacense, hecho acaecido en octubre de 2018.

La sentencia condena al varón como autor de un delito de atentado a agente de la autoridad, con dos delitos de homicidio en grado de tentativa, a sendas penas de tres años, nueve meses y un día de prisión.

El hombre, en cuya pena concurre la atenuante simple analógica de arrebato, deberá indemnizar además a los agentes en concepto de responsabilidad civil con 6.805 y 8.400 euros, respectivamente.

La sentencia considera probado que el enjuiciado intentó golpear con un banco metálico del calabozo a uno de los agentes, ante lo cual acudió al auxilio otro policía, momento en el que arrebató a éste el arma, para amartillarla y montarla, para accionar el gatillo a bocajarro contra los efectivos, si bien no se produjeron disparos pues la pistola no tenía cargador ni balas en la recámara.

El juicio por estos hechos se celebró el pasado día 13, donde inicialmente la Fiscalía y las acusaciones particulares pedían 14 años de prisión para el hombre, por dos delitos de tentativa de homicidio y uno de atentado contra agentes de la autoridad.

Por su parte, la defensa, en manos del letrado Fernando Cumbres, solicitó la absolución para el hombre, al alegar que estaba influenciado por los efectos del alcohol y por otras sustancias, por lo que tenía sus capacidades anuladas, lo cual supondría una eximente completa.

La defensa ha explicado a Efe que recurrirá la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), entre otros al entender que no se ha valorado correctamente el informe pericial que determina que el hombre estaba influenciado por los efectos del alcohol, o que ha existido un error en la valoración del riesgo del arma, pues un perito explicó durante el juicio que la pistola, una vez montada, quedó bloqueada.