La Mesa Extremeña de la Caza ha decidido en la última reunión sumarse y dar su total apoyo a la manifestación convocada el 20 de marzo en Madrid en defensa del mundo rural.

Esta movilización se produce tras los últimos ataques al mundo rural en general y al sector cinegético en particular desde la Comisión Europea y los ministerios de Transición Ecológica y de Derechos Sociales y Agenda 2030. Los últimos casos han sido las normativas impulsadas desde estos departamentos en materia de Bienestar Animal y de Núcleos Zoológicos, dos proyectos con marcada influencia animalista y que ponen en riesgo el modo de vida de millones de personas del mundo rural.

En la reunión se analizó en profundidad el proyecto de Ley de Bienestar Animal del Gobierno, y se hizo un llamamiento a todas las entidades representativas de la región para que se sumen a una manifestación en la que es imprescindible que la voz del mundo rural se haga escuchar en las calles de Madrid.

En el caso concreto de la caza, el sector asumió como propias las reivindicaciones hechas por la Oficina Nacional de la Caza y reclama la retirada del anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales y del Real Decreto de Núcleos Zoológicos, el fin de la prohibición de la caza en Parques Nacionales, de la tórtola, del lobo o del Silvestrismo. Igual preocupación supusieron la catalogación de especies cinegéticas como amenazadas o en peligro, caso de la codorniz o la perdiz roja, o la prohibición del plomo. Todo ello unido a conceptos tan preocupantes como la utilización del término «empatía con los animales» de la Ley de Educación o la falta de participación del sector cinegético en los órganos consultivos del estado.

Además, la Mesa Extremeña de la Caza, acordó la puesta en marcha de una campaña de difusión y promoción de la manifestación del 20 M y la recaudación de fondos para comunicación y movilización social.

Por otra parte, la Mesa acordó pedir a la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Extremadura el protocolo de actuación veterinaria en monterías, de forma que el sector sepa a qué atenerse y poder así evitar cualquier los problema que puntualmente se generan en las acciones colectivas de caza mayor.