El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha reconocido que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) no llegó a abrir ningún expediente informativo para depurar responsabilidades por los drásticos desembalses del pasado verano en pantanos como el de Valdecañas en contra de lo anunciado por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el pasado 19 de agosto.

El anuncio de los expedientes informativos fue realizado por Morán en plena polémica por los desembalses, por supuesta «mala praxis» en la gestión de embalses, pero el propio Ministerio reconoce ahora, cuatro meses después, que no llegó a abrir ningún procedimiento administrativo de ese tipo a pesar de que los desembalses redujeron los niveles de agua a mínimos históricos.

De este modo, la Dirección General del Agua, dependiente de la secretaría de Estado de Medio Ambiente del Miteco, ha confirmado a la agencia Efe la inexistencia de de cualquier expediente informativo, ni por lo sucedido en la cuenca del Tajo ni en la del Duero, donde también se produjeron desembalses.

El aprovechamiento hidroeléctrico del Tajo inferior es objeto de una concesión obtenida en 1945 por Hidroeléctrica Española, con reunificación de otras anteriores, y se logró con los sucesivos embalses de Valdecañas, Azután, Torrejón, Alcántara II y Cedillo. La idea clásica de gran embalse de regulación en cabecera del aprovechamiento, tipo Ricobayo, no era posible por la afectación a regadíos y a Talavera, por lo que la primera presa se dispuso en Valdecañas con 75 metros de desnivel, de los cuales los primeros 50 se destinan a salto, condenando 270 Hm3, y quedando los 25 metros superiores para regulación, con 1176 Hm3 de capacidad. El aprovechamiento hidroeléctrico el pasado verano llevó a las empresas que tienen la concesión de esos embalses a programar bajadas de nivel que causaron malestar en la zona, al afectar al abastecimiento, a cultivos y ganadería y al turismo.

La Dirección General del Agua ha indicado ahora que en su momento solicitó información a la Confederación Hidrográfica del Tajo sobre las circunstancias concretas de los desembalses del pasado verano, «lo que no implica que se haya iniciado procedimiento alguno por parte de los organismos de cuenca». El director general del Agua, Teodoro Estrela Monreal, también ha argumentado en su contestación que no ha abierto expedientes informativos como tales porque se trata de un procedimiento que no existe en el marco regulador actual sobre dominio público hidráulico y ha recordado que esa figura a la que aludió el secretario de Estado de Medio Ambiente, la del expediente informativo, no se recoge en la actual normativa del agua.

Sin embargo, Hugo Morán sostuvo públicamente en una rueda de prensa el 19 de agosto en Zamora que se habían abierto varios expedientes informativos por los desembalses y si se comprobaba que había mala praxis derivarían en expedientes sancionadores. También aseguró que en los desembalses del pasado verano se había «superado lo que el sentido común recomienda en el uso de un recurso público tan sensible como es el agua».

Aguas abajo de Valdecañas no hay aportaciones de importancia, por lo que no había interés en generar un volumen de embalse y los 46 metros de desnivel restantes se turbinan al pie de una segunda presa en Torrejón con una producción de unos 900 GW/h/año de media, pero con fuertes variaciones anuales. Para consolidar la producción media, reduciendo su variación, se superpuso al esquema el aprovechamiento del río Tiétar. La inexistencia de una buena cerrada aguas abajo de la confluencia obligó a disponer una segunda presa muy próxima a la de Torrejón, con una central compartida que podía turbinar las dos. El esquema se completó con la instalación de bombas, tanto en Torrejón como en Valdecañas, que permitían regular el Tiétar aprovechando la capacidad de Valdecañas, al tiempo que se utilizaba el beneficio del bombeo en puntas en ambas.

La Asociación Amigos de Monfragüe protagonizó el pasado 7 de noviembre una concentración en defensa del Parque Nacional para exigir el cese “inmediato y definitivo” de los aprovechamientos hidroeléctricos y, por tanto, la “salida” de Iberdrola de este espacio protegido extremeño. La cita tuvo lugar en la pedanía de Villarreal de San Carlos, dependiente de Serradilla (Cáceres) y ubicada en el corazón del parque, donde se dieron cita alrededor de 200 personas comprometidas con la defensa de este espacio protegido “de quienes lo agreden y lo permiten”.