En el año 1923 salieron desde Talayuela numerosas gambusias que se distribuyeron por toda la cuenca mediterránea para erradicar el paludismo. Este pequeño pez, originario del sur de Norteamérica, fue introducido en este municipio cacereño a principios de la década de 1920 del pasado siglo por el doctor Sanguino, que viajó a Barcelona para rescatar los 8 ó 10 ejemplares que habían sobrevivido a un largo trayecto en barco.

Esta historia la narra con todo detalle el talayuelano Antonio Luis Galán en su próximo libro, «El amargo sabor de la quinina», que será presentado este viernes en su municipio natal, del que es además cronista oficial.

«Talayuela fue famosa en la guerra contra el paludismo en España», sostiene Antonio Luis Galán, autor de varias novelas de trasfondo histórico y de otras de mayor apego local, como «Los cuadros que llegaron a Talayuela», «El arenal del muerto», «Talayuela, tal como somos» y «De Talayuela a Tordesillas: la criada de Juana la Loca». Y es que este autor, vicario, párroco de San Miguel y deán de la Catedral de Plasencia entre los años 2015 y 2019, no tiene reparos a la hora de afirmar que escribe para Talayuela porque ya vendrán detrás otros que escribirán sobre otras cosas.

«El amargo sabor de la quinina» es una historia real en la que queda reflejada la crítica situación sanitaria que se vivió en el Campo Arañuelo, y de manera especial en Talayuela, desde 1920 y hasta mediados de 1923, aproximadamente. El paludismo se propagó con inusitada rapidez por este municipio porque se daban una serie de condiciones idóneas para la subsistencia del mosquito anófeles, transmisor de la enfermedad: tenía muchos tejares con charcas de agua, zonas arcillosas y húmedas, quebradas, la proximidad del río Tiétar y el arroyo del Palancosillo. Con este entorno, el mosquito anófeles campaba a sus anchas y depositaba los huevos en los humedades de las zonas frías del pueblo.

«El profesor universitario Pitaluga dijo que si pusiéramos en fila todas las aguas estancadas de Talayuela en aquella época tendríamos una longitud de 20 kilómetros», asegura Antonio Luis Galán, que ha profundizado en una historia de hace un siglo que puso en jaque a medio mundo. Entonces se descubrió que la gambusia podía jugar un papel esencial en la erradicación del mosquito anófeles y se llevó a cabo el experimento de utilizar este pececillo para el control biológico de los mosquitos.

“El libro cuenta el experimento que se hace desde 1920 a la primavera de 1923, dos años y medio en los que se experimentan todos los métodos para luchar contra el paludismo”, explica el autor. Y entonces surge la gambusia, un pez capaz de vivir en aguas putrefactas y nadar en la parte superior, con una excelente capacidad para devorar los huevos de los mosquitos.

Hasta Barcelona llegaron en barco las 8 ó 10 gambusias que lograron sobrevivir a tan largo trayecto y hasta esta ciudad catalana se desplazó desde Talayuela el doctor Adolfo Sanguino para trasladarlas hasta su municipio. El recorrido se realizó en tren y los peces se llevaron en recipientes de cristal con corchos capaces de amortiguar los vaivenes del trayecto por tratarse de una especie muy delicada. A Talayuela sólo llegaron 6 gambusias.

Una vez en este municipio los peces se echaron en la Fuente del Roble y se reprodujeron muy bien. Antonio Luis Galán recuerda que era un pueblo de agricultores, ganaderos y obreros y la vida se hacía en la calle, al aire libre, con largas jornadas de trabajo de sol a sol, lo que facilitaba la transmisión de la enfermedad. Entonces comenzó a administrarse a los enfermos la quinina, un alcaloide natural con propiedades antipalúdicas de sabor amargo pero de contrastada eficacia.

El autor talayuelano explica que desde Talayuela, en el año 1923, salieron gambusias para Roma y para toda la cuenca del mediterráneo, contribuyendo de forma decisiva a erradicar la enfermedad. El libro que será presentado el viernes incluye una entrevista con una nieta del doctor Sanguino.

«Tenemos una tradición de una familia que conoce la historia y que confirma que el doctor Adolfo Sanguino fue a Barcelona a recoger esas gambusias. Algunos han intentado negar este hecho, pero hay una tradición que lo corrobora», sentencia Antonio Luis Galán.

La presentación del libro será este viernes, día 26 de noviembre, a partir de las 20.00 horas en la Casa de Cultura de Talayuela.