El matador de toros Antonio Ferrera, que hace pocas fechas se había desvinculado profesionalmente del empresario francés Simón Casas, ha elegido a Cristina Sánchez como nueva apoderada de cara a la próxima temporada 2022, desvela el torero balear, aunque extremeño de adopción, un breve comunicado.

Con esta decisión, Ferrera «libera un profundo pesar que le atenazaba y corrige una gran injusticia que dominaba y domina el mundo del toro, excluyendo a personas (mujeres) de un valor moral, ético y profesional incalculable. Es un gran honor que sea Cristina Sánchez quien le represente a partir de ahora, y aplaude, el valor, el coraje y la decisión que le caracterizan», añade la nota.

Antonio Ferrera (Bunyola, Baleares, 1978) es uno de los toreros con el sello de distinción más acusado del actual escalafón, un torero de mucha personalidad que el año que viene cumplirá 25 años de alternativa en los que ha conseguido triunfar en prácticamente todas las plazas y ferias importantes de España, Francia, Portugal y Latinoamérica.

Cristina Sánchez (Madrid, 1971), por su parte, ha sido una de las matadoras de toros más importantes de la historia del toreo, una profesión que ejerció nada más que tres temporadas (1996-1999) después de una exitosa carrera como novillera en la que llegó a abrir la Puerta Grande de la plaza de toros de Las Ventas en una ocasión.

Tras colgar el traje de luces no se desvinculó del mundo taurino y trabajó durante varios años como comentarista en la retransmisiones taurinas de Castilla-La Mancha Televisión y, actualmente, forma parta también del equipo del Canal Toros de Movistar+.

A principio de año decidió también debutar en el mundo del apoderamiento para llevar la carrera de la joven novillera sin caballos Raquel Martín, aunque el salto que da ahora para acompañar a Antonio Ferrera es mucho más importante, convirtiéndose, además, en la única mujer apoderada de un torero de la primera línea del escalafón.

Un campo profesional en el que históricamente las mujeres no han tenido mucho espacio, pues para encontrar la primera apoderada de la historia hay que remontarse a finales de los años 60 del siglo pasado con Lola Casado, hija del famoso empresario Francisco Casado «Fatigón», quien dirigió la carrera de Juan García Mondeño.

Desde entonces y hasta ahora poquísimas mujeres han ejercido como apoderadas de toreros. Solamente la francesa María Sara ha trabajado como tal llevando los designios artísticos de los rejoneadores Andy Cartagena, Leonardo Hernández o Lea Vicens. EFE