Las llamadas de conductores alertan en muchas ocasiones a la central de emergencias de la Guardia Civil de la presencia de un conductor circulando en sentido contrario.

Cuando esto pasa, se activa inmediatamente un protocolo que consiente en la detección por la zona en la que circula, bien sea a través de las cámaras de la DGT o porque lo avista una patrulla o un usuario. Aquí es importante la colaboración ciudadana, una vez que los conductores hayan sobrepasado el vehículo y eviten la colisión, deben ponerse en contacto con la Guardia Civil. Cuanta más información se aporte mejor.

Una vez confirmado el lugar por el que puede estar circulando el conductor en contradirección, el siguiente paso es hacerle un seguimiento, en el que participan las patrullas de la Guardia Civil y se activan los paneles alfanuméricos para advertir del peligro del vehículo en sentido contrario al resto de conductores.

Los agentes también pueden detener la circulación para cerrar al infractor. Una vez detenida la circulación, se le hace girar para ponerse en sentido correcto y se busca la primera salida para realizar las diligencias y pruebas de alcohol y drogas pertinentes.