La temporada de caza menor arrancará mañana en la región marcada por el final de las restricciones debido a la pandemia, lo que llevará a los aficionados al campo, pero también por la «incertidumbre» en cuanto a la situación del conejo y la liebre.

El presidente de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), José María Gallardo, ha explicado a Efe que continúa la «preocupación» en lo relativo al conejo, cuya población no se recupera, salvo en algunas zonas en las que ya es «estable» y donde las enfermedades han afectado menos este año.

Gallardo ha recordado que el conejo es clave en la pirámide poblacional animal extremeña, lo que hace que su situación actual «propicie a su vez que tampoco puedan recuperarse otras especies».

En el caso de la liebre, aunque la enfermedad de la mixomatosis ha incidido menos durante el último año, ésta continúa siendo un problema para la especie, ha manifestado el presidente de la federación extremeña.

La liebre ha recuperado mucha población en los últimos años, y la mortandad que padece por las enfermedades también va en retroceso, aunque «todavía queda mucho por hacer», ha dicho.

Por su parte se espera una buena temporada de aves migratorias invernales, así como en el caso de la codorniz.

La temporada se inicia además en un contexto sin restricciones donde «hay mucho interés» por salir al campo y «hay cotos que venden jornadas de caza menor que tienen ya todo vendido», de igual forma que acontece en la caza mayor en el caso de las monterías y del resto de iniciativas.

La caza mayor, en la que hay buenas perspectivas al esperarse una temporada con resultados óptimos, «se ha comportado muy bien» durante el primer fin de semana de campaña, la cual ha comenzado el pasado sábado.

Gallardo también ha resaltado que el sector regional fue «un auténtico ejemplo el año pasado a nivel nacional en un entorno tan difícil marcado por la pandemia», pues «se pudo practicar la caza casi con normalidad», con presencia de aficionados foráneos «aunque el sector privado sufriese daños importantes» pues estos turistas cinegéticos «llegaron a cuentagotas» por la pandemia. EFE