La tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 se administrará la próxima semana en Extremadura vía llamamiento personalizado a las personas inmunodeprimidas, pero  está sujeta a modificaciones con la inclusión de otros colectivos según avancen los estudios de la ponencia de vacunas, tal y como ha informado el consejero de Sanidad, José María Vergeles.

Los pacientes que están llamados a inocularse la tercera dosis son aquellos con determinadas inmunosupresiones, trasplantados de órgano sólido y medula ósea y pacientes con algunos tratamientos oncológicos.

José María Vergeles ha aportado datos con respecto a la actual situación pandémica. El nivel de incidencia es de 204 casos por cada 100.000 habitantes a los 14 días, y de 68 a los 7 días.

Ha facilitado igualmente otros parámetros como son la razón de tasas, el 0,34 por ciento, casi en niveles de nueva normalidad, la tasa de positividad en las pruebas realizadas, el 0,5 por ciento, y el nivel de trazabilidad de los contagios, de la que ha dicho que el 83 por ciento se concreta el primer día de diagnóstico del contagio. Ha dicho también que Extremadura es la comunidad autónoma donde más pruebas se realizan por habitantes, lo que permite adelantarse al virus, ha hablado de las tasas de asintomáticos, de las más bajas del país, y de que la presión hospitalaria está controlada.

En este punto ha hecho un llamamiento a la población para que acuda a los cribados y colabore con los rastreadores facilitando los datos de los contactos porque es muy importante trazar la infección para atajarla.

Ha dicho Vergeles que “la tasa de vacunación es muy buena y somos capaces de administrar casi la totalidad de las vacunas que nos llegan”. Ha concretado que el 97 por ciento de la población mayor de 40 años está vacunada, el porcentaje más alto del país; mientras que más del 83 por ciento de la población extremeña ha recibido al menos una dosis de vacuna y el 78 por ciento de la ciudadanía tiene la pauta completa. Cifras muy importantes teniendo en cuenta que se calcula que un diez por ciento de los extremeños son contrarios a vacunarse, por lo que la tasa de vacunados llegará al 90 por ciento.