Las ruinas romanas de Cáparra abrieron anoche su ciclo teatral estival con una versión contemporánea y divertida de la «Antígona» de Sófocles, que firma el director mexicano David Gaitán, y que incluye chistes, rap y un debate sobre la justicia social y los derechos civiles.

Interpretada por Irene Arcos, Fernando Cayo, Clara Sanchis, Isabel Moreno, Elías González y Domingo Cruz, se trata de una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, El Desván Producciones y Teatro Español, con la colaboración de la Embajada de México.

El montaje ha contado con la complicidad de los espectadores, satisfechos, a tenor de los largos aplausos, de que el yacimiento cacereño recobre vida, aún en tiempos de pandemia.

Y es que, por quinto año consecutivo, Cáparra y la comarca de Trasierra Tierras de Granadilla se convierten durante cuatro noches en la única extensión cacereña del 67 Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

El recinto teatral, ubicado en el espacio arqueológico conocido como Foro de la Ciudad y que integra el espectacular arco tetrápilo de Cáparra en el escenario como telón de fondo, volvió a enganchar con el público -con un aforo reducido en relación a otros años como medida de prevención frente a la COVID-19-, en el estreno de su quinta temporada.

Los derechos civiles, entendidos como la capacidad justificada y garantizada de ser y vivir en toda su amplitud, trazan la adaptación de Antígona con la que el director mexicano David Gaitán abrió el Festival Internacional de Teatro de Mérida el pasado año y que anoche reprodujo en Cáparra.

Si la Antígona de Sófocles exponía las distancias entre las leyes humanas y las divinas, la de Gaitán se centra en el universo de lo humano, en el prisma de la justicia, de la democracia y de la ética, pero también el de la rebeldía cuando ésta está justificada.

La trama gira en torno a Antígona, a quien da vida Irene Arcos, quien desafía la ley para dar sepultura a su hermano Polinices, considerado traidor de la patria.

Una tragedia en la que se contrapone el orden cívico con el divino y que plantea una reflexión sobre la libertad, los derechos del individuo frente a la obediencia de las leyes del Estado, además del papel de la mujer en la sociedad.

Que los extremos no tienen que ser antitéticos, que pueden ampliar y enriquecer la experiencia de estar junto a los otros, es la tesis en la que se apoya una versión que pretende hacer reflexionar al espectador sobre lo estéril que es el encasillamiento, la derecha y la izquierda o el blanco y el negro.

De esta forma, la Antígona de Gaitán invita al espectador a ser crítico, a realizar una introspección sobre los dilemas que afectan a lo personal y a lo público.

El 67º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida continuará este viernes en Cáparra con el montaje «Cayo César», de Agustín Muñoz Sanz, una coproducción extremeña de la compañía Atakama Creatividad Cultural con el Festival de Mérida.

Está dirigida por Jesús Manchón y protagonizada por Juan Carlos Tirado, Miguel Ángel Latorre, Javier Herrera, Fernando Ramos, Beatriz Solís, Rocío Montero, Manuel Menárguez y Raquel Bejarano.