Me gustaría que me ayudaran a compartir esta carta abierta para el presidente de Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el consejero de Sanidad, José María Vergeles y el presidente de la Asociación Turismo Norte de Extremadura, Ignacio Lozano.

Tras la petición pública de Ignacio Lozano -al que conozco- para el cierre nocturno en Extremadura, aprecio y valoro su buen hacer por el turismo en Extremadura. Me gustaría expresar mi rechazo y disconformidad a esta petición, que considero absurda, y aprovecho para contar la situación real que vive nuestro sector. En este caso hablo por mi, pero en la voz de muchas personas, empresas y público.

A diferencia de cualquier otro negocio o asociación, sea de turismo u otra, cada vez que nosotros queremos emprender un negocio como un concierto o festival partimos de la base que no contamos con la ayuda de dinero público, o por lo menos el mío. Somos un sector mal mirado por los prejuicios, pero un sector legal, que invierte por esta tierra. Cada vez que hacemos una inversión de estos eventos oscila entre los 150.000 y los 200.000 euros, y no sólo estamos mirando por ganar los empresarios.

Cada vez que se monta un evento así, que considero que es cultura, estamos llenando los alojamientos rurales de la zona, los restaurantes, estamos dando publicidad a nuestra tierra, contratamos empresas extremeñas de sonido, de seguridad, proveedores de bebidas, personal, técnicos de proyectos, material de producción y un sin fin de empresas que se benefician de esta estructura. Es muy fácil cargar la culpa contra el ocio o los jóvenes, cuando llevamos un año y medio cerrados.

Nosotros, a diferencia de estas peticiones de cierre, no queremos que se cierre ningún alojamiento ni se paralice ninguna actividad cultural o empresarial que pueda beneficiar a nuestra región por la que todos luchamos para sacar adelante. Podríamos pensar que el movimiento de gente de otras zonas a estos alojamientos son una amenaza para la propagación del virus pero prefiero apostar porque todo el mundo funcione con las medidas necesarias.

Por eso hago este escrito por este medio, que es el que me funciona para publicitarme, ya que nuestro sector por desgracia no tiene mucha cabida o no está bien visto ni valorado. A pesar de que las autoridades regionales no consideran de momentos estas medidas y lo agradezco, ya está bien de verter cosas negativas hacia nosotros.

Si queremos luchar por una tierra que no sea despoblada por la juventud, tenemos que apostar por la gente que quiere crear, por dar facilidades y en este caso por explotar los recintos maravillosos que tiene nuestra región, mayormente desconocida y abandonada por la falta de infraestructuras. Hago este escrito con el total respeto y coherencia, pero también con tristeza y agotamiento por todo lo que está pasándonos.

Empecé el mes de julio anunciando 8 fechas de las cuales ya por restricciones en otras comunidades y presión mediática en la nuestra se me cancelaron 4. En mi caso, se me ofrece para paliar estas pérdidas -250.000 euros aproximadamente de facturación en un año tanto como artista y promotor de eventos- con 475 euros mensuales con la condición de no poder facturar. Ni me sirven los 475 euros y mucho menos me sirve no poder facturar. Lo que quiero -y seguro todos mis compañeros- es poder trabajar de manera libre sin ser castigado y machacar a nuestros clientes, en este caso la gente joven, que es el futuro de nuestra tierra. Muchas gracias por leerme y compartir. La música es cultura, no un delito.