La portavoz de Agricultura del Grupo Parlamentario Popular (GPP), Mercedes Morán, ha advertido de las graves consecuencias que puede acarrear el abandono por parte del gobierno de la Junta, prácticamente la mitad del día, de las casetas de vigilancia de incendios.

Asimismo, el GPP ha hecho hincapié en que esta situación “ha dejado de ser coyuntural para pasar a ser una norma” y está impidiendo la correcta prevención de los incendios forestales, que en verano son una mayor amenaza en la región.

Mercedes Morán ha advertido de que esta situación viene sucediendo desde 2019, por lo que en Extremadura “llevamos tres años con el mismo problema” mientras la Junta continúa haciendo dejación de funciones y dejando en manos de los ciudadanos que casualmente vean el humo dar el correspondiente aviso al 112. Morán ha apuntado que en horario nocturno es una tarea aún más difícil y conlleva un riesgo de no localización exacta del incendio y la pérdida en el tiempo de reacción que puede llevar a agravar la situación.

El GPP ha señalado que muchas de las casetas de vigilancia de incendios no están ocupadas por vigilantes las 24 horas del día, como obliga el Decreto que las regula. Además, de las 44 casetas existentes en Extremadura, la mitad de ellas cuentan solo con la mitad de los vigilantes, por lo que los turnos de noche no se realizan y se prescinde peligrosamente de esa tarea tan importante en la prevención de los incendios.

Morán ha insistido en que, precisamente, muchas de estas casetas están en lugares protegidos, como el Tajo Internacional y en zonas donde es habitual que sufran incendios, como es Sierra de Gata. Para la portavoz de Agricultura “es un asunto muy preocupante” porque ganar tiempo en la lucha contra los incendios es vital para evitar grandes pérdidas. No hay que olvidar que el fuego ha arrasado muchas miles de hectáreas en nuestra región y, de hecho, solo en la última semana el Infoex participó en 26 incendios.

 

Por último, Morán ha criticado la actitud del gobierno de la Junta, ya que al Ejecutivo de Vara parece no importarle esta situación a tenor del estado de las casetas. Estas están unas condiciones en las que se hace muy difícil para los vigilantes hacer su trabajo, incluso con los accesos sin preparar. El GPP considera que esto añade riesgos a los trabajadores, que tienen que llegar hasta el puesto con coches particulares que no están preparados para ese terreno.