Un interno del centro penitenciario de Badajoz ha intentado estrangular a un funcionario. El acusado, “sin mediar palabra” se ha abalanzado violentamente sobre un funcionario lanzando varios puñetazos que le han alcanzado la espalda y que le han provocado varias heridas.

Los hechos han tenido lugar en la tarde de este lunes, sobre las 17.00 horas, y han sido denunciados por la asociación de trabajadores penitenciarios “Tu abandono me puede matar”, un colectivo que tiene representación en la cárcel de Badajoz.

El colectivo ha explicado que el preso “aprovechando el aturdimiento inicial del funcionario” le atacó  de nuevo por la espalda aplicándole una llave de estrangulamiento sobre el cuello con ambos brazos, conocida como “mataleón” con el presunto objetivo de quitarle la vida al trabajador, según añade el colectivo en un comunicado remitido a los medios.

La agresión se produjo en el módulo 5 y “ante la imposibilidad de la utilización del walkie-talkie, el funcionario “lanzó una voz desesperada de auxilio que fue escuchada por un interno que en ese momento se encontraba cercano a la celda”. El preso acudió inmediatamente en su ayuda y consiguió que el interno agresor soltara uno de sus brazos del cuello del trabajador, “momento que aprovechó el funcionario atacado para conseguir zafarse y posteriormente, tras mucha pericia y esfuerzo, conseguir inmovilizar al interno agresor sobre la cama de su propia celda, avisando con posterioridad a la única compañera de servicio en el módulo, a fin de reestablecer la situación”.

Posteriormente, el trabajador herido y el interno que acudió en auxilio de éste, fueron  atendidos por los servicios sanitarios del la prisión. El trabajador presenta heridas causadas por la agresión.

“Un funcionario y una funcionaria de servicio en un módulo sin ningún tipo de cámara de seguridad, con dos galerías en las plantas superiores habitadas por internos, no parece la mejor forma de preservar la seguridad de los trabajadores”, añaden desde el colectivo.

Una vez más volvemos a hacer un llamamiento al Ministerio del Interior para que considere a los funcionarios de prisiones como agentes de la autoridad “en el ejercicio de nuestras funciones y podamos conseguir que este tipo de agresiones no queden impunes ya que en numerosas ocasiones son juzgadas como faltas en lugar de considerarse como delito”.