ATTAC Extremadura y Ecologistas en Acción de Extremadura, junto con la participación de Alconchel sin mina, Comarca de Olivenza sin minas, Campiña Sur sin minas, Movimiento Tren Ruta de la Plata, No a la Mina de Cañaveral y Plan de choque social, organizaron un acto el pasado lunes, 15 de mayo, en el Centro Cultural La Alcazaba de Mérida, con el objetivo de poner de manifiesto el estrecho vínculo entre la gran ofensiva minera que cierne sobre Extremadura, el abandono del ferrocarril y la condición de ‘Colonia energética’ que posee nuestra Comunidad.

En este sentido, ATTAC y Ecologistas en Acción señalaron que “dicha condición de ‘Colonia energética’ se pretende extender al establecimiento de una ‘Colonia minera’, por lo que, con estas políticas, se convierte a nuestra región en una ‘Extremadura expoliada’ que ve comprometido el futuro de su población.”

Durante la ronda de exposiciones, varias asociaciones pusieron de manifiesto “la opacidad de la Junta y sus reiteradas incoherencias y falsedades respecto a los proyectos mineros, el abandono de la malla ferroviaria y el incumplimiento de la administración extremeña de los objetivos europeos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.”

Asimismo, comentaron que “diversas administraciones, entre ellas la Junta de Extremadura, quieren convertir numerosas comarcas en ‘Zonas de sacrificio’, logrando así conseguir minerales estratégicos para satisfacer el llamado ‘Pacto verde europeo’” al tiempo que denunciaron que “una huida hacia adelante que solo va a beneficiar a operadores de bolsa mediante especulación bursátil y a multinacionales de la minería y compañías del sector de la automoción.”

“Considerar Extremadura como ‘Zona de sacrificio’ supone condenar a  comarcas enteras a la escasez de agua, dada la gran exigencia de este recurso por parte de las explotaciones mineras,  al implicar la aparición de daños irreparables en superficie y la inevitable despoblación posterior como consecuencia del expolio de recursos y el deterioro ambiental que van a imposibilitar la actividad agropecuaria , el turismo rural o cualquier otra actividad tras la política de “tierra quemada” que suponen las explotaciones mineras” sentenciaron.

Estas asociaciones y plataformas manifestaron la necesidad de dar mayor visibilidad a las problemáticas que amenazan a la distintas comarcas, identificar agentes facilitadores del proceso de expolio, reconocer problemas y plantear alternativas, y realizar movilizaciones conjuntas, entre otras cosas.