Del 11 al 15 de mayo Torrenjoncillo acogerá la iniciativa Muro Crítico que promueve la Diputación de Cáceres. Se trata de un proceso creativo y del diálogo entre arte, sensibilización y entorno rural propuesto por cada uno de los artistas visitantes.

Son tres los autores que se encargarán de pintar tres murales críticos que, en el caso de este municipio, la protagonista será la artesanía torrejoncillana.  «Es un claro guiño a uno de los objetivos principales de este proyecto de arte urbano: reivindicar la identidad rural», han añadido desde la Diputación de Cáceres, institución encargada de organizar esta actividad cultural.

Los muros de pintarán en la carretera de Ciudad Rodrigo, en la calle Polear y en la Plaza de Cáceres de la pedanía de Valdencín. Una de las pinturas versará sobre la tradición alfarera y tinajera de Torrejoncillo, otra sobre el derecho a la vivienda  y otra sobre la resiliencia.

En Torrejoncillo y Valdencín, estará Manolo Mesa (Cádiz, 1989) se ha formado en la Academia de Bellas Artes de Sevilla y en la Universidad de Bellas Artes de Leioa.

Dentro del arte urbano, Mesa ha centrado sus murales en la pintura figurativa de gran formato, extrayendo narrativas a partir de piezas cerámicas de los lugares y contextos en los que interviene. Entiende los objetos cerámicos, al igual que lo hacen los arqueólogos, como muestras para entender la sociedad y, por ende, nuestro presente.  Sus obras han estado en festivales de dentro y fuera de España: Oviedo, Ordes (Galicia), Alicante o Ruan (Francia).

-También participará Caín Ferreras, natural de Madrigalejo, lleva desde la década de los 90 realizando intervenciones artísticas en su entorno. Artista autodidacta, encuentra en la calle los mejores espacios sujetos a ser transformados desde una perspectiva estética pero también con función social.  Está interesado en el gran formato. A lo largo de su trayectoria ha ejecutado murales en edificios completos y grandes espacios interiores como el Hospital de día de Salamanca.

Además, el artista Digo Diego se suma a esta actividades. Él es  educador social y artista autodidacta. Comienza su faceta artística a finales de la década de los 90, especialmente dentro de la cultura urbana.

Artista comprometido con los asuntos sociales, se vale de la simbología que nos rodea en lo cotidiano y la combina con geometrías y abstracción para generar nuevos significados, siempre buscando una mirada crítica encaminada a la transformación social.  A través de sus acciones, que le sirven como clara denuncia a los modelos vigentes de urbanismo, el artista establece procesos comunicativos con la ciudadanía