El Hospital Universitario de Cáceres, el único centro extremeño que dispone de equipamiento para utilizar radioterapia intraoperatoria (R.I.O.), ha empezado a aplicar en los últimos meses los tratamientos mediante esta tecnología a otros tres tipos más de cáncer. Hasta ahora sólo se aplicaba para el cáncer de mama.

El citado equipamiento, adquirido hace unos dos años gracias a la donación realizada por la Fundación Amancio Ortega, empezó a utilizarse en noviembre de 2019 para tratar con radioterapia intraoperatoria a pacientes con cáncer de mama. Desde entonces, más de 30 pacientes han recibido este tratamiento que consiste en aplicar, en el quirófano y durante la intervención quirúrgica para extirpar el tumor, una dosis muy alta de radiación en el área afectada.

Aunque esta técnica es conocida hace tiempo, apenas ocho o diez hospitales de nuestro país pueden ofrecerla porque, hasta hace unos años, para aplicar la radiación intraoperatoria era necesario trasladar al paciente, con la cirugía abierta, desde el quirófano hasta la sala del acelerador lineal, un equipo de gran tamaño que pesa varias toneladas, lo que exige entre otras cosas la utilización de un elevado número de recursos.

Recientemente se han desarrollado pequeñas unidades portátiles, como la que adquirió el Área de Salud de Cáceres gracias a la citada donación, que pueden desplazarse e instalarse fácilmente en el quirófano –blindado para evitar la salida de la radiación—donde está siendo intervenido el paciente.

Entre otras ventajas, esta técnica permite aplicar de manera localizada sobre el tumor de mama, en una sola sesión, una dosis de radiación equivalente a la de 25 sesiones de radioterapia en el acelerador lineal, mientras que protege los tejidos y órganos sanos cercanos a la lesión, al poder ser desplazados fuera del campo de irradiación.

Con la experiencia adquirida en el tratamiento del cáncer de mama, los servicios de Oncología Radioterápica y Física Médica del hospital cacereño han puesto en marcha durante los últimos meses otras aplicaciones del equipo de R.I.O. para el tratamiento de tumores en otras localizaciones, como el cáncer de endometrio, el cáncer de piel-no melanoma o el cáncer colorrectal, y preparan su próxima aplicación en tumores de cabeza y cuello.

Desde el pasado mes de noviembre se han realizado ya unas 20 sesiones de tratamiento a mujeres con cáncer de endometrio, mediante una técnica denominada radioterapia ginecológica endocavitaria o braquiterapia ginecológica.

Estos tratamientos no se realizan en quirófano, sino en la sala de TAC (Tomografía Axial Computerizada), gracias a lo cual los facultativos pueden, en un solo acto, obtener la imagen TAC y diseñar, calcular y aplicar la primera sesión de irradiación, guiados en todo momento por la imagen que tienen en pantalla, lo que incrementa la precisión del tratamiento y reduce los desplazamientos al hospital de pacientes y familiares.

También ha empezado a utilizarse recientemente para el cáncer colorrectal en casos de recaída y tratamientos superficiales de cáncer de piel-no melanoma, se está planificando ya su aplicación en tumores de cabeza y cuello, y próximamente podría extenderse a otros tipos de tumores.

Como explica el responsable del Servicio de Oncología Radioterápica, Francisco Marcos Jiménez, “el objetivo del hospital y de los servicios implicados es la utilización del equipo de R.I.O. en cualquier localización en la que la administración intraoperatoria de radiación suponga un beneficio para el paciente y dar cobertura al mayor número posible de tratamientos oncológicos con esta técnica, para llegar a ser un centro de referencia en la región”.

La puesta en marcha de los tratamientos con radioterapia intraoperatoria ha requerido la colaboración multidisciplinar de oncólogos radioterápicos, radiofísicos, cirujanos generales, ginecólogos, anestesistas, anatomo-patólogos, además de personal de Enfermería y Técnicos Especialistas en Radioterapia y, a medida que se amplíen los tratamientos a otros tipos de tumores, implicará cada vez a más servicios hospitalarios.

José Manuel Ordiales, jefe del Servicio de Física Médica, destaca también el trabajo que han debido realizar el Servicio de Mantenimiento para adaptar las instalaciones, autorizadas por el Consejo de Seguridad Nuclear, y el de Informática, que ha realizado las conexiones necesarias entre el TAC-simulador, el sistema específico de diseño y cálculo de tratamientos y el propio equipo de R.I.O.