Las fronteras portuguesas abrirán este sábado después que se lleven cerradas desde el pasado mes de enero como consecuencias de la Covid-19.

La Delegación del Gobierno en Extremadura ha confirmado este mismo viernes que los cierres perimetrales de territorios de comunidades autónomas  limítrofes con otros estados no suponen el cierre de fronteras con estos últimos, por lo que está permitido el cruce de fronteras por los nacionales de ambos estados o el tránsito por parte de quienes lo hagan para llegar a otros destinos. «El cierre de fronteras es una potestad del Ministerio de Interior, sin que pueda corresponder esta decisión a una autoridad autonómica», han aclarado.

Se da la circunstancia de que Extremadura estará bajo cierre perimetral hasta el 9 de mayo, pero desde este sábado los vecinos de esta región sí podrán ir al país vecino, tal y como han indicado a los medios desde la Delegación del Gobierno.

La medida la ha confirmado esta misma semana el primer ministro luso, António Costa, quien ha explicado que será efectiva a las 00.00 horas de este sábado (la 1.00 en España), momento en el que concluye el estado de emergencia en el país vecino, que será sustituido por el estado de calamidad, menos riguroso.

La calamidad es menos grave que la emergencia, pero las restricciones continúan. El estado de calamidad determina «la suspensión parcial del ejercicio de derechos, libertades y garantías». Este estado está previsto en la ley 44/86. Por orden de gravedad existe: situación de alerta; de contingencia; y de calamidad pública.

En la madrugada de este sábado los pasos quedarán abiertos y se eliminarán los controles diarios de los agentes portugueses.

La apertura será bien recibida en la frontera, especialmente por el sector empresarial. Portugal, con algo más de 10 millones de habitantes, suma desde que empezó la pandemia más de 836.000 casos confirmados del virus y  más de 16.970 fallecidos.